Cogiendo en la hora de la comida
Fecha: 03/07/2023,
Categorías:
Infidelidad
Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos
... escupía, ¡la sobaba con sus manitas y la metía de golpe en su boca!
H: ¿Te gusta?
L: ¡Me encanta, no pares!
H: ¡Que rica verga tienes, la más rica que me eh comido!
L: ¡Que mandadita saliste jefa, todo una chupadora uf!
¡Seguía dándome rico oral, mis manos acariciaban sus ricas nalgas y le tomaba algunas fotos más!
Fue entonces que me decidí a penetrarla, ella se puso en cuatro dejándome su enromé trasero a mi merced, ¡lo acariciaba y mi verga jugaba en la entrada de su vagina!
L: ¡Pídemela!
H: ¡Luis, dámela!
L: ¡Que te doy Hillary!
H: ¡Dame tu verga, la quiero adentro!
Se la empuje con fuerza para que le entrara toda, ella lanzo un fuerte gemido, me comencé a mover suave, pero dejándosela toda a dentro, ella también movía su cuerpo, me encantaba ver el movimiento de sus nalgas en mi pelvis, tomándola de sus piernas acelere mis penetraciones, el ruido que generaba me ponía a mil, ¡su perro devoraba mi verga enterita!
H: Cógeme Luis, ¡cógeme antes que él llegue!
L. Si jefa, tómala, uf que rica estas, uf!
Me senté el sofá y sin sacársela la puse a que se diera sentones, ver como su enorme trasero se movía me la puso más dura aun, ¡tomándola de la cintura la empujaba para que se ensartara todita!
H: ¡Ah, Luis, me empalas, me empalas bebe!
L: ¡Que culazo eres, muévete nena, muévete!
Miraba la hora cada que podía, yo sabía que, si nos tardábamos un poco más de la cuenta, él o ...
... su hermano nos descubrirían, ¡así que empecé a darle lo mejor de mí!
La acosté y levante sus piernas, puse sus pies en mi boca e inclinándola un poco se la deje ir suave, empecé suave para que la sintiera toda, apoyándome en sus nalgas aumente mis movimientos, sus gemidos se escuchaban en todo su departamento, le besaba sus pies que me encantaba como los cuidaba y arreglaba, ¡le besaba sus piernas y el apretaba sus muslos!
L: Dios, Hillary que rico me aprietas, ¡uf!
H: ¡Ah, ah, Luis, que duro, te siento como te pones, uf, que rico!
¡Se acostó en el sofá abriendo sus piernas, entre en la pose de misionero, los beso y caricias acompañaban muy bien el acto, mis movimientos aumentaban de velocidad, ella también se movía, que combinación!
Le mordía las tetas, ella también me mordía, que rico se movía, y mi verga le daba todo el placer que su marido no, se comenzó a chorrear debido a lo rico que me la estaba cogiendo, ¡yo también estaba a punto de llegar!
L: ¡Hillary me vengo, me voy a venir adentro de ti!
H: ¡Si, lléname de ti, termina en mí!
L: ¡Terminemos juntos hermosa!
Ambos nos movimos como terremoto hasta terminar, mi leche inundo su vagina, nos besamos pasionalmente mientras el orgasmo pasaba, nos vestimos un poco apresurado, apenas nos limpiamos nuestros fluidos, ya que era hora de regresar a trabajar, llegamos y con una sonrisa ambos regresamos a nuestras labores como si nada hubiera pasado.