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Cacería de casadas (2): Mirna la fogosa
Fecha: 06/07/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Juan m 8722, Fuente: CuentoRelatos
... cualquier tipo que le brindara un poco de atención. Calculo que sabía que su esposa era de abrir rápido las piernas cuando veía un buen trozo de carne sin hueso. Primera impresión en la cita: la cita fue armada para vernos en una estación de tren con el fin de ir a almorzar un sábado al medio día. Ella llegó muy puntual. Bien producida quizá un poco mucho para solo un almuerzo y conocernos. Zapatos de taco bajo, short escocés corto muy ajustado dando lugar a ese buen culo que se avizoraba en las fotos de Whatsapp y que tanto prometía. Una blusa sin mangas blanca tipo musculosa de género símil seda. Sin corpiño dejando en evidencia el pequeño busto pero marcando mucho la elevación de sus largos pezones. Lo cual hacia que mi mirada se enfoque directamente sin disimulo sobre estas puntas salientes. No fue difícil después de una tanda de besos y a 30 minutos de conocernos terminar en un hotel. Fuimos al hotel más barato en el cual iba a consumir a mí antojo su cuerpo por tres horas. No quería dejar orificio sin penetrar y hacerla entregar todo su ser en esa barata habitación. Comenzó con un buen primer acto dónde de rodillas y de los pelos saboreó el buen tamaño de mi pene. Mientras respondía con gusto a preguntas tales como: -¿Te gusta el cabezón?, Chúpalo que es para vos (mientras lo hundía en su boca) -mmm… ¡no pensé que era tan grande!, saboreaba con gran gusto. -¡Seguí cabeceando que el paraguayo de tu marido no está!, le digo con una sonrisa -me encanta tu ...
... pija (dice en modo ramera casada). Mi mano sobre su nuca tomándola de los pelos con furia, al grito de: -¡Toda putita! ¡tody! ¡Como una puta profesional, dale!, mientras empezaba a dar las primeras arcadas producto de la presión de mis manos las cuales empujaban su nuca contra mi pelvis. Su rostro se transformaba con los ahogos y brillo de sus ojos producto de la falta de aire. Su garganta raspaba sin piedad toda mi verga. -¡Chúpala y Lamela toda! le ordeno con voz fuerte. Ella hacía sexo oral desesperadamente. Su lengua frotaba una y otra vez mi hinchado glande. Mientras hilos y cataratas de saliva adornaban la escena. Su succión era fuerte y su boca muy juguetona. Su garganta no era profunda pero se esmeraba mucho en tragar mi empinado sable. Realmente disfruté de la boca de Mirna en cada cabezazo. Ponía muy duro mi gran falo cuando me miraba a los ojos con mi miembro dentro de su boca. Varios momentos de hacerla saltar sobre mí verga acompañado de lamer y estrujar sus senos. Para terminar jugando con sus pezones haciéndola rebotar a sentones sobre mí en un frenesí de descontrol sexual. En ese instante empiezo a sentir mis genitales completamente mojados mientras oigo sus gemidos desesperados. Mirna había acabado en un terrible charco que provenía de lo más interno de su ser. Sus fluidos habían mojado las sábanas, el colchón y todos mis genitales. Terrible acabada se había mandado. En un terrible orgasmo gestado por su éxtasis. Se observaba claramente que ...