1. Las aventuras de mi perrita Babas (I)


    Fecha: 28/06/2018, Categorías: Gays Autor: Supertanque, Fuente: CuentoRelatos

    ... primero.
    
    Ahora tocaba el tacón. Me había tragado unos cuantos vídeos antes de hacerlo. Lo hacían despacito y ahora sabía el porqué.
    
    Resultaba irritante. Sólo lo hacía porque a Él le gustaba. Así que continué haciéndolo, cada vez un poquito más y más deprisa, hasta que el orgasmo me alcanzó.
    
    Sí, me corrí como una cerda masturbándome con un zapato sólo porque él me lo pidió.
    
    Me retiré el vestido para dejar mis tetas al aire y me coloqué pinzas en mis duros pezones. Dolía, y dolía mucho.
    
    Saque también el plato para perros que había comprado con el nombre de Babas, así como la correa.
    
    Y llame a mi padre.
    
    Era lo más duro de todo.
    
    Se lo conté anoche.
    
    ¡Tu hija es una guarra! ¡Una auténtica guarra! ¿Y sabes lo peor? ¡Qué me encanta ser una guarra! ¡Y ya tengo 19 años, papá, ya no soy ninguna niña!
    
    Mi padre se quedó blanco mientras yo le contaba toda mi doble vida, hasta el más íntimo detalle.
    
    Quería matarme, lo podía ver en sus ojos, pero le propuse algo mejor, mucho mejor...
    
    Mi padre entró, me colocó la correa con sus propias manos y me obligo a ponerme a cuatro patas.
    
    Lleno el plato con comida para perros.
    
    ¿Crees que así le gustara?
    
    Sí – conteste. – Así es como le gusta.
    
    Agaché la cabeza y probé un bocado. Fue curioso porque no sentí arcadas. Hacía mucho tiempo que no sentía arcadas.
    
    Mi padre mientras tanto me levantó la falda. Me metió un vibrador en el coño y bote de espuma de afeitar por el culo (nota del autor: Marta, ¿Cómo puedes meterte esto? A mí me dan escalofríos únicamente de pensarlo.)
    
    Y espero.
    
    Espero hasta que me lo comí todo y tuviera la pierna chorreando por los continuos orgasmos producidos por el vibrador.
    
    Entonces se puso delante de mí y se meo en mi cabeza.
    
    Y luego se la chupe como tantas y tantas veces había hecho con mi antiguo amo. El sabor del semen de mi padre no tardó mucho en inundar mi boca...
«12»