El cambio, en el consultorio
Fecha: 01/08/2023,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: señormorbo, Fuente: CuentoRelatos
... Gabriela comenzó a hacer sus movimientos más y más rápidos y eso claro, provoco que mis caderas se comenzaran a mover casi sin control.
- eres una experta Gabriela, mira como lo está gozando.
Elizabeth tenía razón, el dedo de Gabriela había alcanzado mi próstata y me estaba provocando un gran placer y no solo eso, además sentía una relajación en mi esfínter bastante peculiar.
- así es Elizabeth, y si muevo más rápido mi dedo y tú haces lo mismo, créeme que se vendrá abundantemente... jajaja
Yo solo cerré mis ojos, el dolor había disminuido bastante y ahora se había convertido en oleadas de placer que iban y venían desde el centro de mis nalgas, pasaban por mi miembro y llegaban hasta la base de mi cuello y sentía como mi miembro se ponía más y más duro, las dos mujeres notaron eso y comenzaron a acelerar sus movimientos, no creía lo que me estaban haciendo, jamás pensé que podía sentir tanto placer al ser penetrado y mucho menos al ser penetrado por el dedo de una mujer, intente detenerme y rechazar el placer que sentía, pero no pude hacerlo, mi cuerpo reaccionaba de forma espontánea y sin control, hasta que después de unos minutos de estar recibiendo tal tratamiento, comencé a gemir y a mover más rápido mis caderas, y en ese momento Gabriela le dijo a mi esposa.
- ponle el recipiente bajo el miembro.
Escuche un ruido metálico y después ambas mujeres hicieron sus movimientos más firmes y en segundos, mi cuerpo ...
... comenzó a convulsionarse y sin quererlo, lance varios gemidos y comencé a venirme.
- muy bien, ya viste como lo disfruto -dijo Gabriela.
Elizabeth continuó masajeando mi miembro, hasta que este quedo completamente flácido.
- jajaja… creo que ya quedo... jajajaja
- te lo dije, con esta técnica pueden venirse varias veces, solo es cuestión de dejarlo descansar un poco.
Gabriela saco su dedo de mi trasero y Elizabeth soltó mi miembro y comenzó a pasar su mano por mi trasero para limpiarse los restos de semen que tenía.
- cuanto tiempo hay que dejarlo descansar
- unos minutos nada mas
Las dos mujeres se fueron hacia la parte delantera de la camilla y yo intente levantarme, pero Elizabeth me sujeto de la nuca y me dijo.
- no, así quédate, quistecito y con tus manos en la espalda.
Me acomode como ella me dijo y escuche que Gabriela le decía.
- el sexo es como una droga Elizabeth, si se lo proporcionamos diario y varias veces al día, el después pedirá más y tal vez lo conviertas en un adicto a que le metas el dedo… jajaja
Las dos comenzaron a reír, mientras que yo permanecía inmóvil, escuchando sus planes, sometido y humillado, al cabo de unos minutos se repito todo, pero ahora Elizabeth fue la que me introdujo el dedo, y de nuevo volví a terminar en cantidades abundantes, no se cuánto tiempo paso, lo que si se, es que termine unas cinco veces, y algo me decía que aún faltaba lo peor.
Continuará.