1. El regalo


    Fecha: 02/08/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... las axilas hasta las piernas, no tenía apenas escote pero por los laterales se veían aquellas enormes peras, casi hasta los pezones. Yo empecé a quitar fotos y a decirle lo increíble que estaba, tenía gafas de sol y me acerque para quitárselas, le dije que su sonrisa no era la misma sin ver aquellos preciosos ojos, ella me miró y obedeció con un gesto de agradecimiento por mis palabras. Leo me pidió que les hiciese una juntas y se puso delante de su madre diciendo que tenía una idea. Sin más levantó la túnica de Lara y se la quitó, las dos desnudas se pusieron frente a mí con Leo delante tapando a su madre, la foto quedó muy bien. Yo no podía más, llevaba un par de días sin masturbarme y todo aquello me tenía al rojo, entonces Lara, ya desnuda me pidió que continuase, se tumbó sobre una toalla grande blanca, su piel estaba ya muy morena e incluso las marcas del bikini que tenía los primeros días estaban desapareciendo. Para empezar se puso boca abajo con los brazos bajo su cara, yo tuve una gran idea, fruto de mi calentón, le pregunté si tenía algún aceite hidratante y Lara indicó a Leo donde encontrarlo. Leo me lo trajo y se disculpó diciendo que tenía que ir al baño. Me guiño un ojo y me hizo un gesto como diciendo: voy a tardar.
    
    Yo dejé la cámara y estruje el bote de aceite sobre la espalda de Lara. Me senté a su lado y empecé a extender el aceite.
    
    -Lara. (Suspirando) Que bien, creo que prefiero un buen masaje a la sesión fotográfica.
    
    -Ana. Tú tranquila. ...
    ... Puedes tenerlas las dos cosas.
    
    -Lara. Anita me encanta como me cuidas, eres tan dulce, tan buena, nunca desde el día que nos conocimos te has quejado de nada, siempre estás pendiente de mí, pasas más tiempo conmigo que mi propia hija.
    
    -Ana. Tengo que ponerte en el culito o prefieres hacerlo tú.
    
    -Lara. Culito? Cariño mi trasero no admite diminutivos pero sí que estará encantado de recibir un buen magreo.
    
    Era la primera vez que me hacía un comentario así, tan directo.
    
    Entonces puse bastante aceite sobre mi objeto de deseo y me puse a magrearlo, fue cuando me di cuenta de su verdadero tamaño, necesitaba una eternidad para rodearlo por completo con mi mano, empezaba donde la nalga se une con el muslo e iba describiendo un círculo, pasando por la cintura, para acabar en la parte inferior de la otra nalga. Sus piernas estaban bastante abiertas y su carnoso coño a la vista, tentándome, por detrás se veía precioso, la depilación láser había incluido la zona entre el ojete y la parte inferior de la vagina, solo tenía algo de vello sobre los labios, solo me atreví a aceitar la raja, llegué a tocar casi su ojete pero no fui capaz de más, temía qué Leo regresase y me pillara con las manos en la masa, una cosa era el juego que se traía utilizando a su madre para calentarme y otra llegar y encontrarme sobándole el coño a Lara. Disfruté mucho de todos modos, todavía me quedaban los muslos y los trabajé a conciencia. Al final me limpié las manos y tiré las fotos, todo su cuerpo ...
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