Una excitante sorpresa
Fecha: 03/08/2023,
Categorías:
Intercambios
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... quién era, quizás un compañero de tu trabajo, quizás alguien que te cruzabas los mediodías a la hora de almorzar, alguien que fuera a tu gimnasio, o alguien que cada día veías en el autobús, quizás alguien de tu clase de yoga o simplemente era un desconocido, uno más de esos tantos que te dicen cosas bonitas por la calle, aunque por su estado atlético supongo yo que sería alguien del gimnasio o tu clase de yoga, no creo que fuera de la piscina porque sino hubieras visto que no tenía pelos. Pero fuera quien fuera el hecho era que pensaste en contentarme y dejaste que alguien que no te interesaba se diera placer con tu cuerpo y era justo que si habías gozado ahora te tocara disfrutar más de él, así que aunque seguía sintiendo un poco de celos ya no eran tantos, y habiendo hecho por mí eso que hiciste merecías que te deje hacerlo ahora por ti.
Pero estando en la oscuridad no veías si mi cara era ahora de aprobación o desaprobación y en esas circunstancias solo había una manera de averiguarlo en tu cabeza y era dejándote llevar y luego ya te enterarías, así que seguías mirándolo con cara lujuriosa y continuabas diciéndole –siii, siii, siiii- El sonrió con tu respuesta y con la contundencia de la misma y se abrió levemente de piernas ofreciéndote todo lo que tenía.
Sobre su pierna izquierda reposaba su polla, ya no estaba tan dura como antes de correrse, se notaba que estaba un poco más flácida, pero no había perdido ni un centímetro de su tamaño. Te acostaste entre sus ...
... piernas apoyándote ligeramente en su pierna izquierda y con tu mano tomaste su polla por la base, cuando te disponías a levantarla lentamente notaste un hilito que la unía a su pierna, era un hilito de sus últimas gotitas de leche que cayeron es su muslo. Te lo quedaste mirando, te gustaba mucho jugar con mi lechita normalmente y ya había comprobado que la de él la habías disfrutado mucho también, tu concentración hacía creer que estudiabas o analizabas detenidamente ese hilito y tu curiosidad llevo a tu otra mano a hacerle pruebas de tensión hasta que finalmente termino cortándose.
Mirabas su polla como hipnotizada mientras con la mano que la sostenías intentabas dejarla en la posición que estaba cuando la tenía bien dura, con tu otra mano envolviste su cabeza y con un movimiento quitaste la lechita que tenía en ella que se acumuló al estar apoyada en la pierna. Entonces sabiendo que te encantaba jugar con los fluidos pero que nunca habías querido tragarte mi lechita entendí que estabas limpiando su polla para volver a comértela. Abriste tu mano y como si fuera magia ahora esos hilitos se extendían en la palma de tu mano, eso te gustaba, ya no le prestabas atención a su carne sino que jugabas con tu mano y no dejabas de vértela, luego de comprobar varias veces su viscosidad te lo quedaste mirando a el a los ojos y tras un instante abriste tu boca, sacaste un poco la lengua, pero en lugar de lamerle la cabeza de su polla limpia recorriste la palma de tu mano de un solo ...