La habitación roja - Relatos Eróticos

La habitación roja

La habitación roja

Vivo en una casa bastante grande y a mi mujer y a mi nos va el sexo de todas las modalidades. Nos gusta follar, trios, intercambios, lo que sea con tal de tener la polla y el coño a buen recaudo.

En nuestra casa tenemos una habitación habilitada para jugar, la habitación roja, allí hacemos realidad nuestras fantasias eroticas y sexuales.

A mi mujer le gusta ponérme dura la polla en cualquier momento, se pone cachonda y quiere que me la folle a cualquier hora y donde sea.

Cuando me la pone dura o yo la éxito nos vamos a la habitación roja.

Esta mañana me ha calentado, medias de liga, un tanguita, unos tacones, paseando por casa, me ha puesto a mil, la he cogido y a la habitación.

Hoy vas a hacer que me corra sobre ti cabrona. La he vestido de maid, de látex, medias, faldita sin bragas, un corpiño y la cofia. Ella encantada.

Vas a ir de rodillas limpiando el polvo de la habitación y cada vez que te llame vendrás a comerme la polla y sin rechistar. Ella asentía. Se puso a limpiar y la llame, ven y chupa zorrita, una vez la tenia chupandome la polla el metí por el culo un plug metálico con una joyita roja, notaba en mi polla como le gustaba. Para dejar de comermela le daba un azote en el culo y la hacía seguir limpiando. Me ponía supercachondo ver como se alejaba moviendo el culito con el plug metidito por el ano. Umm, que gozada.

La llame para que viniera, la hice quedarse parada la subí a una silla y le metí la polla por el ...

... culo después de sacarle el plug

Estábamos gozando mucho, el ambiente de la habitación roja incitaba a follar sin parar y a la cabrona de mi mujer le hacia chorrear el coño cada vez que entrábamos.

Seguimos jugando, de vez en cuando dejaba de follarla y la hacía limpiar el cuarto otra vez, estaba super cachonda.

Cogí una cinta y me la puse alrededor de la polla, a modo de regalo, le dije que era para ella, que Le quitará el polvo para tragarsela hasta la garganta mucho mejor

Le encantó el regalo que le habia hecho y vino corriendo para hacerme una buena mamada, me iba a correr dentro de su boca, quería ver salir la leche de sus labios pero pare y le dije que despacio, que yo mandaba a la vez que le estaba metiendo por el coño un consolado con una mano y con la otra la estaba azotando diciéndole que lo estaba haciendo mal, muy mal

Al final ya no pude aguantar más, la puse de pie y empecé a follarla por detrás, quería que se corriera pronto para así poder hacerlo yo, el rollo este de amo y sumisa molaba, hacia todo lo que le decía, y si decía algo la azotaba con la vara

Al final, cuando ya no pude aguantar y ella se había corrido la hice seguir comiéndome la polla y pude correrme encima de ella, haciendo que la la leche le recorrerá la cara y entre las tetas, le llegó hasta el coño, menuda corrida y menudo día.

La habitación roja había sido un acierto desde el primer día y mañana quizás yo sea el sumiso y ella mi ama,ya veremos que se nos ocurre.