Los baños de la Universidad
Fecha: 03/08/2023,
Categorías:
Transexuales
Autor: PaulinatvCDMX, Fuente: CuentoRelatos
Gracias por seguir leyendo mis relatos, les recuerdo mi nombre: soy Paulina, tengo 32 añitos bien vividos, soy una mujer travesti a tiempo completo esto básicamente quiere decir que actualmente estoy totalmente definida en mi rol femenino, salgo vestida de mujer a la calle y realizó la totalidad de mis actividades como tal, incluidos los trámites relacionados a mi negocio y a mi hogar. Actualmente retome mi tratamiento hormonal y espero en un futuro poder concretar también mi trámite para el cambio de identidad de género.
En mi relato de hoy les contaré una pequeña, pero deliciosa experiencia que tuve en mi juventud con unos chicos de la universidad en donde iba, y digo pequeña porque fue muy rápida, ya que fue en uno de los recesos, fue un día lunes en febrero del 2007, yo tenía unos tiernos 20 añitos y para ese punto mi cuerpo, mi mente y mi vida ya estaban totalmente formados y definidos y fue la vida misma la que me premió (o me castigó dirían muchos) en la pubertad con cambios en mi cuerpo, pero a la inversa de como debió suceder, pues a pesar que nací como niño y crecí como tal, apenas comenzó mi periodo ya mencionado, fue evidente que pasaba algo mal en mi, al realizar estudios resultó que los niveles de testosterona en mi cuerpo eran por mucho muy bajos, y en cambio los niveles de estrógenos estaban por los cielos, lo que derivó en un gran desbalance hormonal en mi que provocó los cambios a la inversa que ya comenté.
A este punto de mi juventud mi piel lucia ...
... suave y tersa, a diferencia de los otros chavos de mi edad no desarrolle músculos en mi espalda y brazos, y en cambio mis caderas, piernas y nalgas se ensancharon igual que los de cualquier joven. Este desbalance también me provocó un caso grave de ginecomastia que es demasiado común, pero en mi caso se agravó por el escaso grado de testosterona en mi sangre, y por el mismo motivo y esto es una bendición para mi hoy en día, mi pequeña verguita se quedó justo así, chiquita. En erección apenas alcanzaba los 8-9 cm (hoy en día es más pequeña aún después del tratamiento hormonal al que me sometí desde hace ya algunos años para asentar más mis ya de por si femeninos rasgos.
Ese día más temprano me había tocado entrenamiento de volleyball por lo que llevaba el uniforme sport que consistía en un conjunto de pants, playera blanca, short, calcetas y tenis. Cabe destacar también que en ese punto de mi vida yo estaba ya totalmente declarado en mis preferencias sexuales, y afortunadamente siempre conté con el apoyo de mi familia, por lo que no tenía que guardar tanto las apariencias y mi comportamiento y vestimenta era el de cualquier chavito gay-afeminado desclosetado, por lo que no me importaba que el pants me quedara demasiado ajustado, incluso puedo confesar que yo misma me encargaba de recoger las costuras para que eso sucediera con más descaro, y no es porque a mí me interesara acudir a la prepa a ligar, pues sinceramente nunca me gustaron los chicos de mi edad, aunque si logré ...