La pasión de Silvia (Final)
Fecha: 07/08/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: hecmat20, Fuente: CuentoRelatos
Silvia se calentaba rápido, y todo lo hacía muy rico. Desde sus besos a mi oído hasta la chupada de mi dedo medio. Una noche de pasión y después de una de nuestras peleas, me dio una paja sobando su rico culo bajo su pantalón yoga sobre mi verga. Esa noche su culo subía y bajaba mientras hablaba como perra en calentura en la cocina de su apartamento. Silvia siempre hacia comidas antes de nuestros encuentros, cocinaba bien y era muy sexy verla chuparse los dedos cuando los tenía sucios.
Nuestros cuerpos se movían sincronizadamente para que mi verga impacte con su ano, rebote y siga por toda su raja hasta que mis huevos soben y empujen su anito mientras frotaba su clítoris. Estuvimos en esa danza por 15 minutos, ella excitadísima que empujara mi miembro y todo mi cuerpo contra el suyo. Yo cachondo por verla descontrolada siendo mi puta, y escuchando sus gemidos y expresiones sucias que me decía.
Silvia se vino rico mojando sus bragas, sintiendo si concha súper caliente. Me pregunto si yo me vine también, pero no fue así. Yo disfrutaba verla a ella entregarse al sexo de una forma que solo había visto en mis sueños.
-Oohhh, bebé… No te viniste? –Me pregunto triste con mirada cabizbaja.
-Quieres mi mano o mi boca? –Levanto la mirada de forma morbosa, como cuando una profesora consola a un alumno.
Este mujerón de 42 años daba unas mamadas magistrales, nunca le pedí que se tomara mi semen, pero una vez me agarró desprevenido que me vine dentro de su boca. No me dio ...
... tiempo de avisarle por lo rico que lo hacía. Ella me miró sonriendo después de escupirlo dulcemente encima de mi polla. Pero esta noche, quería su boca entera y que se comiera toda mi verga.
Seguí a Silvia de la mano desde la cocina al sofá de la sala observando su movimiento sensual de caderas. Ella sentada al borde comenzó abrir mis pantalones como abriendo un regalo sorpresa, lento y con ansias. Me desabrochó la correa y me bajo la trusa y los pantalones, agarro mi polla húmeda del juego anterior y comenzó a darle lenguazos a la cabeza secando mis jugos y empapándolo ahora con su saliva. Me estaba dando una mamada excelente, llevando un ritmo suave pero que poco a poco yo empujaba más y más mi miembro al fondo de su garganta. Silvia estaba cachondísima, respirando rápidamente en cada embestida, le estaba gustando verme como me excitaba usarla como un objeto. Saque mi polla de golpe para arrimar al mujerón más adentro del sofá, para que pueda reposar su cabeza en el tope del respaldar pero no sin antes, quitarle la playera que llevaba puesta y descubrir sus tetitas ricas.
Silvia era de senos pequeños pero duros y de rico sabor, comencé a follar sus pechos. Ella tratándolo de juntarlas lo máximo posible para poder darme una paja. Metía y sacaba mi polla entre sus tetas y de vez en cuando poniéndole en su boca para una lamida y golpeando sus perdones con mi miembro. Seguía yo a mil y viéndole que Silvia estaba loca del placer, era hora de fallarle la cara. Siempre fui ...