Alea jacta est - Relatos Eróticos

Alea jacta est

Los dos lo sabíamos y estaba medio pactado el hecho en sí , las formas no.

Pero ella tenía la mitad de la tarea hecha .

Se había citado por las redes con una persona a la cual no conocíamos y que era de otra ciudad y habían hablado por las redes largamente .

Se habían intercambiado fotos y sabían sus gustos .

El hombre era un poco más joven porque asñi lo había deseado ella.

La cita previa para charlar un rato ellos a solas y ganar confianza había funcionado .

Y ahora quedaba el encuentro íntimo al cual yo asistiría sin interferencias.

Subieron los dos desde el bar con las manos apretadas .

Los nervios afloraron . El hombre no pero ella sí .

Y decidieron relajarse y para ello tomaron una ducha y se vieron los dos desnudos.

Salieron y él le aconsejó que se dejara llevar .Mu profesional.

Y así fue . Los dos de frente se besaron tierna y amorosamente pero con pasión.

La puso de espaldas y le besaba en el cuello , espalda y tocando las tetas .

Ella aguantaba el tirón , la puso contra la pared y empujaba con su miembro ...

... en las nalgas de ella.

Luego bajando hasta su concha se acurrucó delante de ella y empezó a lamer.

La escena era subida de tono y sus gemidos le ponían música .

Tras un buen lavado de vulva ella se arrancó y se fue a por él.

Tomó su polla y la llevó a la boca .Lamió todo lo que quiso y fueron a la cama.

LLegaron los besos de nuevo y la postura del misionero previa , el condón era preceptivo porque nunca se sabe .

Y llegó la monta , el trote , el galope y el relincho final.

Los dos extenuados descansaron un buen rato del ajetreo y se entregaron de nuevo a los besos .

Los dos me miraban de vez en cuando y yo no decía nada .

Se hacía tarde y hubo un intento de nuevo pero fue rápido .

Dando las gracias se despidió.

Cenamos y hablamos del acontecimiento . Estaba eufórica y me daba las gracias . Cuando quieras de nuevo me lo dices .

Y al llegar a la habitación me dijo que quería y me habló de sus fantasías y me contó una de ellas , acababa como lo presenciado.

Y de esta forma dejamos el camino expedito para otra ocasión.