Mi marido trajo un tipo para que me coja
Fecha: 16/08/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos
Mi marido había acordado con un hombre que conoció en una página de contactos sexuales, que venga a visitarnos hoy a la tarde, con la intención de hacerme acostar con él y ser testigo de como ese hombre me hacía su hembra en nuestra cama.
A las tres de la tarde puntualmente llamó a nuestra puerta y lo hizo pasar, Quique, mi esposo, me había pedido que me ponga una remera bien escotada que resalten mis pechos y una pollera ajustada, debajo no me puse nada de ropa interior, como siempre hago cuando voy a tener un encuentro sexual.
Primero tomamos un café sentados alrededor de la mesa y conversamos un poco como para distendernos e irnos conociendo, luego de unos minutos en los que José, que así se llamaba nuestra visita y yo nos comíamos con las miradas, fuimos a sentarnos al sillón del living por sugerencia de mi marido, José es un hombre muy atractivo y yo no podía dejar de mirar su boca y sus grandes manos, y él tenía sus ojos puestos en mis pechos.
Nos sentamos en el sillón y como siempre acostumbro en estos casos, soy yo la que da el primer paso y trato de romper el hielo cuando veo que nuestro invitado es muy respetuoso y no toma la iniciativa por pudor o por educación, que por otra parte entiendo que así debe ser, el tercero en estos casos debe saber bien cuál es su lugar y esperar el momento, en el que la mujer le dé su espacio.
Así que al observar que no dejaba de mirarme las tetas le pregunté si le gustaba lo que estaba viendo, y antes de que me ...
... conteste, me levanté la remera y dejé mis tetas totalmente al descubierto ante su vista , se le iluminaron los ojos, y supongo que instintivamente comenzó a rozar muy delicada y suavemente mis pezones que por supuesto, estaban ya reduritos y apeteciblemente erectos, los toco con tanta suavidad que sentí como electricidad en mis pechos, me fascinó que sea tan suave y no me demuestre apuro, inmediatamente no pude resistir la tentación de palpar su pene que ya se notaba duro a través del pantalón, nos miramos fijamente a los ojos mientras ambos investigábamos el cuerpo del otro y nos besamos lenta y apasionadamente ante la atenta mirada de mi marido, entonces le dije...
- me gusta que no tengas apuro, y se te nota grande ahí abajo.
Fue entonces cuando José me dijo...
- quiero verte desnuda.
- y yo también a vos.
Le respondí, entonces al fin tomó la iniciativa y tomándome de una mano, me dijo...
- Vamos a tu cama.
Obviamente me puse de pie y le indiqué donde estaba nuestro dormitorio y le dije...
- vamos los tres, papi.
- por supuesto, vine a cogerte delante de tu marido.
Caminamos de la mano a nuestro cuarto y mi marido Quique vino detrás nuestro, entramos a la habitación y sin sacamos los ojos de encima, los dos nos terminamos de quitar la ropa, yo no tenía mucha, así que en segundos estaba totalmente desnuda y él, ahora si se apuró y se paró a los pies de la cama mostrándome su cuerpo casi perfecto, musculoso, delgado y con un pene divino que le colgaba ...