1. Padre enamorado y en apuros


    Fecha: 30/06/2018, Categorías: Incesto Autor: chelo212, Fuente: SexoSinTabues

    Para empezar algunos me dirían que soy un degenerado al que habría que matar a palos, pero por lo que siento por mi hija mayor , creo que solamente me puedo describir como un padre enamorado, loco por un amor poco comun. Ella tiene 13 años está por cumplir los 14 y se ha desarrollado en una hermosa niña con una figura salida de la imaginación del mejor dibujante. Es de piel bien blanca, su pelo rubio lacio se extiende hasta llegarle a la parte inferior de sus glúteos, tiene ojos color miel, es bien delgada sin llegar a ser muy flaca, sus pechos ya rellenan un corpiño talle 90 sus caderas aunque pequeñas son perfectas su cola es por demás exitante, con forma de corazón y una tersura única . Gabriela es una niña muy sensual y provocadora ,sabe que su cuerpo me exita ya que no pierdo oportunidad de tocarle la cola o sus pechos a pesar de sus protestas cada vez que lo hago. El relato que les voy a contar es totalmente real ,y es parte de una larguísima historia que tengo con gabriela ya que empecé a tocarla desde muy pequeña, cerca de los 7 años y que en los dos últimos he llegado a lo máximo de mi morbo. A los 10 pude por primera vez lamerle su conchita ,debo decir que realmente es riquísima con un aroma suave a niña y un sabor que invita quedarse degustando ese manjar toda la vida. Ella gozaba cada vez mas de mis lamidas y me venía a buscar mientras mi mujer dormía la siesta para que fueramos a su cuarto donde yo podía disfrutar de su cuerpito y ella de mi pasíon que le ...
    ... provocaba tanto placer, hasta que un día cometí el error de querer penetrarla ,lo que la asustó tanto que no quiso que continuaramos haciendo eso. Me sentí muy mal al no poder tenerla como a mí me gustaba ,y por mas que le insistí ,ya no me permitió continuar tocándola; hasta que noté que ella tiene un sueño muy pesado, entoces decidí probar tocarla mientras ella dormía. Aprovechando que se encontraba acostada boca arriba, apoyé suavemente mis dedos de una mano sobre su pelvis y lentamente comencé una delicada caricia sobre su conchita. Ella no se despertaba y mis caricias iban en aumento, recorrían una y otra vez el pliegue que formaba la tela de su ropa interior al hundirse en su grutita, la que notaba como sus labios mayores comenzaban a hincharse, mostrando un bultito delicioso que yo quería atrapar con mi boca. Mi dedo medio buscó por un costado de su ingle , una entrada fácil a mi objeto de deseo, no me costó mucho ya que la prenda era un tanto holgada y adentrándome en ella, encontré mi premio. Sentir ese calorcito húmedo en la yema de mi dedo me volvió loco de la exitación , su piel suave aparentaba tener fiebre por la temperatura que podía percibir. Utilizando mi otra mano, corrí del todo la tela que la cubría, descubriendo ante mis ojos un tajito cerrado, color rosa pálido, el que me dejó hipnotizado por la belleza de sus labios . Ahora mis dedos abrían descaradamente su bulba, estirando su piel, exponiendo el botoncito rosado de su clítoris. Me mojo el dedo índice en mi ...
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