1. La falsa inocencia de mi amante


    Fecha: 31/08/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Gabriel500, Fuente: CuentoRelatos

    ... sexual, nalgas, ano, vulva, monte de venus y ella no se opuso ni se resistió, solo lo disfrutó. La llevé hasta una cuadra antes de llegar a su casa con su esposo, cuando se bajó del coche pude observar su gran trasero sus grandes nalgas, redondas y firmes me dejó con un dolor inmenso de testículos y con la firme intención de cogérmela.
    
    La segunda visita fue tres días después, la lleve de nuevo a mi casa, esa ocasión traía pants deportivos, ya desbocados de deseo y sin preámbulos nos besamos apasionadamente, acariciando su cuerpo, sus pechos y cintura, excitado le frote mi verga por atrás mientras la agachaba un poco para que me sintiera en su entrada vaginal, y ella se excitaba más y más hasta que se acostó conmigo en la cama, la desnudé y me prendí de sus senos mientras le acariciaba la entrepierna,
    
    —Estoy mojada —me dijo al oído.
    
    Y le pedí, le rogué que me dejara tocar sus genitales húmedos, al principio se negó hasta que accedió y pude sentir sus labios vaginales, calientitos y mojados, le acaricié el clítoris y ella gimió de placer, saqué mis dedos húmedos de sus jugos vaginales, y ella de inmediato llevo mi mano a su nariz para olerla,
    
    —Tus dedos huelen feo —me dijo haciendo cara de disgusto.
    
    —Nada de eso, es el mejor olor del mundo —le respondí.
    
    También me saqué mi miembro para que ella lo conociera, lo sintiera en su manita blanca y yo sentir sus caricias, me la jalaba, me lo apretaba y no dejaba de admirarlo. Finalmente ya cuando estaba de pie le ...
    ... froté de nuevo mi verga en sus nalgas hasta que se excitó tanto que me dejo meter mi mano en sus genitales, le metí dos dedos en el interior de su vagina y cuando más se sintió caliente, gemía de placer, me saco a empujones de la habitación mientras yo le mostraba mis dedos húmedos de su intimidad y me los llevé a la boca para probarlos, casi estallo de placer al probar su elixir femenino. Fue todo ese día.
    
    La siguiente semana volvió a mi casa, en la tercera visita traía de nuevo pants deportivos, era su coartada para vernos, decía que salía a correr al parque y yo pasaba por ella. Era ya imposible mantenernos serenos, nuestro deseo mutuo aumentaba y la tensión sexual era insostenible, pero ella por algún motivo, tal vez insegura se resistía a la penetración para no faltarle más a su esposo, esta vez solo fueron 15 minutos los que estuvo en mi casa pero suficientes para desnudarme e intentar desnudarla pero solo logre ponerle mi verga desnuda en sus nalgas vestidas, para excitarla y que me acariciara mi verga con su manita mientras le chupaba los senos y le metía los dedos en su vagina, pero no me permitió ver los vellos de su vulva, se tapaba con sus manitas la zona genital, pero la incliné para que sintiera mi verga en la entrada de su vulva. Esta vez más caliente, por primera vez toco y sintió mi verga a la luz del día y la miró me masturbó, mientras estábamos semidesnudos en mi cama y vio como brotaba mi semen a borbotones.
    
    —Parece una regaderita —dijo riéndose ...