1. El regalo


    Fecha: 06/09/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Quiero follar hasta que no podamos más.
    
    -Lara. Perdona Anita pero necesitaba contártelo, estoy bastante confundida, todavía no sé muy bien cómo hemos acabado las dos aquí metidas en esta bañera, siento que Leo te ha traído aquí para que te acuestes conmigo y eso me inquieta y me encanta al mismo tiempo. Y, por cierto, nunca me he acostado con una mujer, vas a tener que ser mi maestra.
    
    Era evidente que Lara conocía mi pasión por las mujeres, y si era cierto que yo era la primera, iba a recordarme toda su vida. Estábamos juntas sentadas en la bañera, yo me senté sobre sus muslos y estuve jugando con sus tetas unos minutos le pedí a Lara que se comiese una como había hecho la noche anterior y yo chupe el pezón de la otra, tenía que sujetarla con las dos manos y me impresionaba su peso. La vieja caldera poco a poco iba caldeando el ambiente en la casa y se estaba ya muy bien. Entre la bañera y la pared había un espacio que permitía sentarse e incluso tumbarse, estaba cubierto con láminas de madera. Yo me salí del agua y me senté con mi espalda apoyada en la pared, doble mis piernas y apoyé los codos sobre las rodillas. Lara, sin salir del agua se acercó a mi chocho abierto de par en par para ella. Me encanta es precioso me dijo y yo le contesté poniendo un tono imperativo: vamos a ver que sabes hacer cariño. Una vez más hizo gala de su paciencia y empezó suavemente a mordisquear mis labios externos con mucho cuidado, estaban bastante peludos para lo que en mi era ...
    ... habitual, el resto de la vulva sí me la había depilado un par de días antes. Para ser el primer coño que se comía Lara lo hacía muy bien, a pesar de haber estado en el agua enseguida le regalé una buena dosis de mi miel, ver su cabeza entre mis piernas y tocar su pelo me ponía cachondísima y su lengua sabía donde tocar para subirme la temperatura sin que me corriese, aquella mujer sabía lo que hacía, sin duda había pasado horas y horas experimentando con su chocho para llegar a tener tal control de la masturbación. A los pocos minutos yo me moría por correrme pero ella no me dejaba acercar mi mano para masajear el clítoris. Su lengua entraba varios centímetros en mi vagina y ya dentro la movía hacia los lados y arriba y abajo, me daba mucho placer pero sabía que así tardaría en correrme. Lara ocupó mi lugar fuera del agua y se puso en la misma postura, yo me metí en el agua y su enorme coño quedó frente a mí, pude ver bien el precioso depilado, casi total, solo sus labios tenían un vello muy cortito y suave, tardé nada en hundir mi boquita en aquel agujero, podía meter mis labios en la entrada y llegar muy adentro con mi lengua, Lara grito de placer, yo abrí sus labios agarrándolos hacia fuera con mis dedos y me dije que ya era hora de que alguien se corriese allí. Llegué a frotar toda mi cara por su vagina y acabé con ella llena del néctar que no paraba de salir de su enorme almeja. Lara me interrumpió disculpándose de una manera tan educada y fina que me hizo mucha gracia, dada la ...
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