Me follé a una abuela de 68 años
Fecha: 07/09/2023,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: serggio, Fuente: CuentoRelatos
Si leíste mi primer relato sabrás que me gustan las abuelas y que logré cogerme a una abuelita de 88 años, lamentablemente no volví a saber de abuela Rosa; pero les contaré de mi aventura con Epifanía una abuelita de 68 años.
Un día estaba sin nada que hacer así que entre a Facebook y después de unos minutos vi una publicación de una mujer mayor que buscaba una relación, puso su foto. Decía que se llamaba Epifanía, que tenía 68 años y buscaba una relación con un hombre de su edad, no dudé ni un segundo y tomé mi teléfono y le llamé al número que había dejado.
Me contestó, le dije mi nombre y que había visto su publicación, enseguida me preguntó mi edad y al decirle, me dijo que era muy chico para ella, que lo que ella buscaba era una relación seria con un hombre maduro, le dije que al menos me dejará ser su amigo, aceptó y le llamaba casi a diario. Hablábamos de cosas para conocernos, me dijo que vivía con su único hijo y su nuera, que su marido la dejo 3 años después de casarse y desde entonces había estado sola.
Me di a la tarea de conquistarla hasta que mi trabajo rindió fruto, empezamos una relación virtual en la que hablamos todos los días ya que ella vivía en otro estado. Me mandaba fotos, era una abuela normal de mediana estatura, piel morena, sus tetas se veían caídas con canas, pero la verdad me gustaba mucho, me excitaba solo de imaginar todo lo que le haría cuando nos viéramos. Me decía que tenía que convencer a su hijo de salir para que así pudiéramos ...
... vernos.
Llegó el día quedamos de vernos en la terminal de la ciudad de México ya que nos quedaba a la misma distancia, así que feliz preparé mi maleta y salí a tomar el autobús. Llegué a la terminal y le llamé por teléfono para quedar de vernos en un lugar específico. Me dijo como iba vestida para reconocerla, pasaron 20 minutos y se apareció, la verdad se veía un poco diferente a sus fotos, nos dimos un abrazo y empezamos a caminar.
Salimos de la terminal y fuimos a comer algo mientras platicábamos, fue un poco extraño ya que solo habíamos hablado por teléfono. Después de comer fuimos a comprar unas cervezas a un Oxxo y en el camino vimos un hotel. Entramos, pagué la habitación y me dieron las llaves, la recepcionista nos miraba un poco extraño, cosa que no me importó yo estaba tan caliente que nada me importaba, llevaba mucho tiempo sin coger y estaba ansioso de llegar a la habitación.
Entramos y enseguida empecé a quitarle la ropa, le quité la blusa y empecé a besarle el cuello, ella solo se dejaba. Después le quité su pantalón y quedó en ropa interior, llevaba un calzón de esos de abuela y un brasier negro, se lo quité y quedaron libres sus ricas tetas. Eran más grandes de lo que imaginaba, le chupé los pezones con desesperación, eran grandes y ella solo gemía.
Me quité toda la ropa, mi pene estaba súper duro con ganas de ser vaciado, la tumbé en la cama y le quite su calzón, su vagina estaba peluda, metí mi dedo y pude sentir su humedad, puse sus piernas en mis ...