La tutoria
Fecha: 10/09/2023,
Categorías:
Jóvenes
Autor: querubinbalnco, Fuente: RelatosEróticos
... parar.
ella se deleitaba con cada caricia, ella no paraba de gemir, y retorcer su cuerpo del placer, sabia que estaba lista para algo mas,
quieres tener sexo, pero no quiero quedar preñada dijo, para eso lo mejor seria por atrás le propuse, de esa manera seguiría siendo virgen, mientras ella tiene el mismo placer que si fuera por adelante.
Esta bien, dime que debemos hacer, le pedi que se desvistiera, mientras hacia lo mismo
una vez desnuda le dije que se pusiera sobre el escritorio, que yo seguiría dándole placer para que siguiera relajándose
una vez sobre el escritorio, seguí lamiendo su sexo por un momento, para mojarla aun mas, cuando volvió a manar sus jugos puse mis manos sobre sus suaves y tiernas nalgas, para abrirlas
puse mi lengua sobre su orificio, para relajarlo y que sintiera placer desde ese rosadito ano, después de un tiempo de remojarlo comencé a presionar con mi lengua sobre su esfínter para intentarlo perforarlo, sus piernas temblaron, su cuerpo se estremeció y sus gemidos se dejaban oir, estaba por llegar al punto que deseaba para penetrarla, seguí por un tiempo mas, en eso vi como las paredes de su ano se abrían y cerraban, era el momento de mayor placer, por lo que deje caer una buena cantidad de saliva
me puse de pie, acerque mi pene a sus nalgas, lo puse entre sus nalgas y comencé a moverme para que sintiera un pene, ella entre gemidos me dijo que lo sentía bien caliente y duro.
ella contorneaba al ritmo de mis movimientos, ...
... sus gemidos seguían saliendo de su boca, toque con mis manos su sexo, y me mojo al instante
puse mi glande en su ano, y mi mano en su clítoris, no movía mi cuerpo, pero con mis dedos hacia movimientos circulares en su clítoris, estaba permitiéndole saborear lo que le entraría, su trasero se movía a cada lado frente a mi al ritmo de su placer, mi mano seguía bañándose de sus jugos mis dedos podían sentir lo endurecido de su clítoris
seguía dándole placer, mientras comenzaba a presionar para introducirle mi glande en ese pequeño agujero, los gemidos se combinaron con pequeños quejidos, me detuve y le pedi que se relajara, pero ella me pidió que no me detuviera y ella levanto lentamente sus caderas para permitir la penetración, hice presión pero suavemente, para que no fuera brusca la introducción, ella comenzo movimientos de cadera hacia mi lentos, poco a poco sentía como mi glande se abria paso, me recosté sobre ella y mi otra mano tomo uno de sus senos, estaban bien duritos, le acariciaba su pezón, sus gemidos no paraban, eran mas frecuentes, y su cadera comenzo a presionar mi pene para dejarla entrar aun mas rápido, sus quejidos eran mas suaves, pero sus gemidos eran conatantes, ella no se detenia, y yo seguía su ritmo, después de unos minutos mi pene se perdia en su orificio, y sus nalgas me golpeaban, una vez adentro ella se movia suavemente, mientras sus gemidos aumentaban su frecuencia y su fuerza, en ese momento me pidió que me moviera mas rápido, sincronizamos ...