1. Eva al desnudo


    Fecha: 12/09/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mirada de este, se giró hacia su cuerpo admirándola desnuda durante un rato, creyendo que ella permanecía dormida. Eva apreció como su propio cuerpo se transformaba y como su sexo se humedecía cada vez más. El hecho de sentirse desnuda y observada era una sensación nueva pero tremendamente excitante.
    
    Pensó en volver a darse la vuelta, para ofrecer la visión total de su cuerpo desnudo, en un ímpetu animado por tantas sensaciones: el atractivo cuerpo del joven, esos andares encantadores, su propia fogosidad que se había ido acumulando a lo largo de toda la tarde, sin embargo, otras fuerzas internas, como su timidez y sus prejuicios, le impidieron hacerlo. Le hubiera gustado mostrarse desnuda, como hacía él ante ella, pero… sencillamente, no se atrevió.
    
    Por la cabeza de Eva pasaron tantas cosas que no sabía muy bien cómo actuar, se sentía totalmente ridícula y profundamente temerosa. Volvió a pensar en Santi, en las veces que le comentó que perdiera esos miedos absurdos, que no fuera una cría y que se dejase llevar…
    
    No supo entonces de donde salieron las fuerzas, quizás el hecho de no conocer a ese chico, el baño del sol que rebajó sus defensas, el aumento de adrenalina o la pura calentura, pero Eva se incorporó. Una vez en pie, miró hacia toda la playa, fingiendo estar distraída, sabiendo que aquel joven la observaba detenidamente, como hiciera ella minutos antes. Cruzaron las miradas, él la sonrió y ella le devolvió aquella natural sonrisa. Anduvo hasta la orilla ...
    ... contoneando sus caderas, ofreciendo una perspectiva provocadora de su cuerpo a ese chico, que sin duda estaba deseando tener cerca desde hacía rato.
    
    Extrañamente a lo que ella hubiera pensado le gustó mucho hacerlo, se sintió liberada de ofrecer su desnudez, de tocar sus pechos jugando con el agua, de acariciar suavemente e intencionadamente la cara interna de sus muslos en una clara invitación a su observador, que permanecía inmóvil, pero expectante ante el cuerpo exuberante de la chica.
    
    Eva regresó a la toalla, sin dejar de contonearse en todo el trayecto aprovechando para secarse lentamente con la toalla, en poses que de otro modo le hubieron resultado increíblemente obscenas apenas un momento antes. Volvió a apoyar su pecho sobre la arena, tumbándose y sonriéndose a sí misma, incrédula por su atrevimiento, de haber dejado atrás todos sus miedos, incluso de haber ido más allá y mostrar su lado más liberal, llegando a ser una provocadora frente a aquel desconocido.
    
    Apoyó la cabeza sobre sus brazos, cerrando sus ojos una vez más, dejándose mecer por los rayos del sol y al mismo tiempo por la lasciva mirada de aquel atractivo joven. Rápidamente, el siseo de la brisa y el rugir ligero de las olas volvieron a relajarla por completo. Se sentía muy a gusto desnuda, pero aun más de haber hecho esa especie de demostración de valentía y exhibicionismo ante el chico, pero principalmente ante ella misma… Se durmió unos minutos después.
    
    A partir de ese momento, los sueños le ...
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