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El bufete del sexo
Fecha: 14/09/2023, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... una gran noche. - Ya estoy mojada señora. Necesitaba follar con un hombre más que respirar. Pasé el día inquieta y a las ocho de la tarde llegaron los dos. Me había subido todavía un poco más la faldita del uniforme y me había puesto un sujetador de esos que suben y juntas las tetas. - Carlos, te presento a mi asistenta Yesica, es más que una amiga. Noté como la mirada de Carlos recorría mi cuerpo evidenciando su deseo también por mí, además de por Susana. - Encantado Yesica –me dijo extendiendo su brazo para darme la mano, pero yo me adelanté y le di dos besos en las mejillas muy cerca de las comisuras de los labios-. - Yesica por favor, nos preparas unos margaritas. - Claro señora. El tal Carlos estaba bien rebueno y mi chochito no dejaba de segregar jugos pensando en lo que podría pasar. Cenaron y después de tomar unos tequilas. La señora me dijo en un aparte: - Vamos al dormitorio, dame diez minutos y entra. Nada más entrar al dormitorio, me coloqué en la puerta que la señora había dejado entreabierta. - ¿Te ha gustado Yesica? - Hombre claro. Es una mujer muy atractiva y exótica, nunca me he acostado con una mulata. - Ellas dicen que son unas mujeres muy fogosas. Hoy me apetece que juguemos a algo especial. –Le dijo la señora mientras lo besaba y lo desnudaba-. - ¿Algo cómo qué? - Déjame que te ate a la cama. - Susana, me encanta que seas tan juguetona. Pude ver que, una vez desnudo el joven Carlos y ya bien empalmado, ...
... la señora sacaba unas cintas del armario, mientras él pegado a su culo le sobaba sus voluminosas tetas todavía cubiertas por su camisa. - Túmbate boca arriba -le dijo poniendo dos almohadas bajo su cabeza-. Le fue cogiendo las muñecas y los pies con las cintas a las patas de la cama, hasta dejarlo inmovilizado. La señora vino hacia la puerta y cogiéndome de la mano me introdujo en el dormitorio. Al joven se le saltaron los ojos de las órbitas. - Yesica me ha dicho que también quiere participar en el juego. ¿Te molesta? - En absoluto –acertó a decir el pobre-. Pero me parece que sois demasiado mujeres para un joven como yo. - No te preocupes por eso, sabemos sacarle todo el jugo a un hombre. –Le contestó la señora-. La polla de Carlos había crecido todavía más de lo que estaba antes y ya era mucho. La señora me besó en la boca y después dijo: - Yesica, ayúdame a desnudarme. Yo tenía el tanga completamente mojado y mi chocho no paraba de segregar jugos. La señora se puso frente al espejo de cuerpo entero que había en la habitación. Yo me puse tras ella y lentamente le fui soltando los botones de la camisa sin quitársela, después le solté la cremallera de la falda y se la quité. Debajo llevaba un liguero con unas medias negras y un pequeño tanga sobre él. Por el espejo podía ver como el joven Carlos no perdía detalle. Le quité entonces la camisa a la señora. Sus tetas desbordaban las copas de su sujetador. Se lo desabroché y se lo quité. Ella se sobó las ...