Pregunta Comprometida 6 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 6

... Puede ser que solamente tenía calentura con vos, y comprobó que se siente muy bien así, el más lindo, el más dulce, el más cariñoso! ¡Todo más simple! ¡Jajaja! Seguí. Contame cuantas “maldades” más te pidió hacer con ella, ¿eh? ¡Cuántas?

	“Mientras tragaba sonreía. Me acariciaba todo. ¡Sentir sus manos sobre mi piel me electrizaba! «Dani, tesoro…, esto también lo podés hacer con Mica…» «¡Pero ella no tiene tetitas» «No importa. Le ponés el pito entre las tetitas, sobre la piel de su pechito…, y la movés vos mismo. Subís y bajás vos mismo. Le podés poner las manitas sobre tu pija, que te la acaricie mientras sube y baja, acariciándote la pija con su piel y sus manitas. Cuando te está por venir, seguro que vas a tener muchas ganas, le decís que abra bien la boquita, y que saque la lengüita… y le metés la cabeza entre los labios en cuanto acabés.» Eso ya se lo había enseñado…, aunque la mamá no lo sabía. «Lo único que tenés que tener en cuenta, como vos tenés mucho semen…, decile que si se siente ahogar, que escupa, que no lo trague todo. Yo puedo tragármela toda porque tengo garganta más grande…, y estoy más acostumbrada. ¡Jajaja!» «¡Pero para eso tenemos que estar desnudos sobre la cama!» «No hay problemas. Mica va a ir conmigo, cuando puedan hacer todas estas cosas. Yo te voy a hacer señas de que sí pueden. Como yo estaré con tu mamá charlando y tomando mate…, nadie irá a “molestar”. Lo pueden hacer todo tranquilo…, y luego se limpian y se visten. Van al baño uno por vez ...

... y se lavan… ¡y todos felices!» Estábamos acostados, ella a mí lado. Denisse no dejaba de acariciarme y darme besitos… Estábamos recuperando la regularidad de nuestra respiración. Luego de unos minutos… «¿Querés qué me ponga en cuatro?» «¿Cómo?» «Arrodillada, a lo perrito. Te subís sobre mis caderas… y me la metés…, allí, en el agujerito de la cola. ¿Querés?» «Y… si. Bueno.» Denisse se acomodó arrodillada. Se apoyó sobre sus manos, giró la cabeza y me dijo… «Dale, montate.» «Es que… todavía no la tengo dura…» «Vení, un momentito. Arrodillate delante de mí.» Me puse como me dijo. Se metió la pija en la boca y me la mamó. ¡Al minuto la tenía dura! «¿Ves que rápido se soluciona el problema? ¡Jajaja! ¡Con los huevasos que tenés, la solución es simple. ¡Subite, dale!» Me puse detrás y me enanqué. Ella había puesto el culo bien alto. Apenas si yo llegaba con mis pies a la cama. Todo mi peso estaba prácticamente apoyado en ella. «Poné la cabeza en el agujerito. ¡Así! ¡Dejala allí y aguantá!» No sabía que era eso de “aguantá”…, pero Denisse me lo mostró enseguida. Antes de que reaccionara, hizo un rápido movimiento hacia arriba y hacia atrás… y se enterró toda la pija hasta el fondo. «¡Eso! ¿Ves? ¡Está toda adentro!» «¡Micaela no podrá hacer eso!» «No te preocupés, ya va a aprender. Ahora sacala despacito…, pero no toda. ¡Que quede la cabeza adentro! ¡Así! ¡Muy bien! Ahora entrás, despacito…, y la volvés a sacar. ¡Otra vez! ¡Andá levantando la “velocidad”. Cada vez más rápido y más ...