Una prenda a la vez - Relatos Eróticos

Una prenda a la vez

Omitiré los nombres de quienes participaron en este encuentro por respeto a su privacidad, este es mi primer relato, pero es 100% real.
Hace 2 semanas vinieron a mi casa unos amigos, teníamos un plan tranquilo de tomar, platicar y olvidar el estrés de la semana, teníamos buena música, la plática era amena sobre cómo habíamos estado en el tiempo que teníamos de no vernos, los invitados eran 2 hombres, conmigo somos 3 y una mujer, de cuerpo fenomenal, 1,65 morena, cabello chino, facciones definidas, labios carnosos, unas piernas torneadas, cadera ancha, tiene unas nalgas de infarto que desde el bachillerato deseo tener en mi cara, senos muy apetecibles copa b en su lugar, traía puesto un pantalón negro ajustado, una blusa holgada gris zapatos de tacón de aguja que estilizaban su figura, uno de los invitados era muy delgado, tes morena clara marcado por la falta de grasa en su cuerpo, con abundante bello facial y cabello; el otro era igual delgado, pero sin estar marcado, tes blanca pero sin vello facial ambos oscilaban los 170 cm de estatura, y su anfitrión 1,70 m de alto, moreno, disfrutó muchísimo el ir al gym, mi debilidad es que no puedo comer saludable por lo que no estoy marcado pero tengo un buen volumen muscular; mis brazos, mis hombros, mi pecho, mis piernas y mi espalda están tonificados y son mi atractivo principal.
 Empezamos un juego de cartas el cual consistía en diversas reglas, retos, o requerimientos que debían cumplirse dependiendo la ...

... carta que sacáramos , fue súmamente divertido, pero empezamos a jugar 21 cuando llevábamos bastante rato jugando y el castigo para quienes perdieran era irse despojando de la ropa una prenda a la vez,  Ada ronda que pasaba nos quitábamos zapato, calcetines, lentes, pero lo que los 3 muchos deseábamos era que la hembra frente a nosotros quedara si no desnuda, en paños menores y cuando ella perdió y eligió quitarse el pantalón fue cuando nos deleitamos la vista con su panti color gris dentro de la cual se había marcado su sexo, la prenda íntima a media nalga de cada lado permitía un festín a la vista y un manjar a la imaginación, seguimos una ronda tras otra hasta que los hombres quedamos en bóxer y deseábamos que se quitara la blusa pero su suerte no se agotaba, en cuanto uno fue al baño y el otro a la cocina, empezaron las caricias por debajo de la mesa su piel respondió  a mis caricias y la mía a las suyas, su mano subió por mi muslo y comenzó a acariciar por encima de mi bóxer que rápidamente se abultó y seguía mientras me veía a los ojos con una mirada muy pícara un invitado salió del baño y de dirigió a la mesa, por lo que las caricias se detuvieron, una ronda más y debía retirarme mi última prenda. , pero la hora requirió que se diera el
Juego por terminado. Comenzamos a vestirnos de nuevo, pero cuando ella se levanto para subir su pantalón por sus piernas pude apreciar ese magnífico culo aunque solo por unos segundos fuera. Esperen la segunda parte.