1. La madre y su hija para mi


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    Me pareció un déjà vu. Cuando conocí a Denise, estaba en mi clase historia y quede impactado. Esa cara me era muy familiar, la conocía y no sé de dónde. Aunque es bajita y parece una niña. Sé que tiene diecinueve y su culo redondo, las grandes tetas que querían escaparse del escote me atraparon. Por supuesto… Cinthia.
    
    Durante mi juventud tuve una novia hermosa, la viva imagen de esta niña, luego no s porque nos separamos y en un parpadeo, ella estaba casada y embarazada. Casi me olvidaba de Cinthia, hasta hoy.
    
    Denise es idéntica a su madre, de quien estuve enamorado. Y a quien trate por todos los medios de ver nuevamente. Así que llegaba muy temprano para verla llegar y esperaba a la salida para ver si por ahí se aparecía. Después de días por fin la vi. Aunque ya pasaron muchos años. Parece que el tiempo no pasa para ella. Sus tetas siguen igual de ricas y esas caderas se han vuelto una invitación a montarla. Ambas están buenísimas.
    
    Cuando supe que Cinthia se divorció, trate por todos los medios de acercarme a ella y cuando por fin logré con pretexto bobo acercarme a ella y platicar, no dude en invitarla a salir. Se sorprendió mucho de verme y me dijo que Denise ya le había platicado de mí. Espero que no sea para decirle que me hipnotizan sus pechos en clase. Salí con Cinthia un poco por mi deseo de cogérmela y otro tanto por estar cerca Denise y su rico culo.
    
    Dos citas después ya estábamos en los besos y fajando muy rico en el auto. Pero su Denise nos ...
    ... interrumpió y aunque al principio nos espantó. Denis, no dejaba de ver la erección que seguía abultándose en mi pantalón y que su madre había conseguido, frotándome la verga momentos antes. Y que con esa mirada sucia de su hija me la seguía poniendo dura.
    
    Varias citas y besos después logre entrar a su casa y mientras cenábamos o veíamos la televisión, yo miraba a Denis pasearse en pijama por la casa, por las noches usaba pantalones de pijama que se metían entre sus nalgas. Y en cuanto pude tener a su madre, pagaba las consecuencias. Además de que me encantabas las caderas de Cinthia me enloquecían, el pensar en su hija me ponía duro, podía estar dándole verga a la madre y cerrar los ojos para imaginar a la hija.
    
    Aunque esperábamos a que Denise se durmiera, yo podía escuchar como abría su puerta, caminaba por el pasillo hasta nuestra habitación. Nos espiaba. Le gustaba escuchar como gemía su madre cada que le metía la verga. Así te lo hacía con más furia para que ella gritara y la pequeña supiera te estaba gozándolo. Luego la escuchaba ir de regreso a su habitación.
    
    Una noche, mientras su madre se daba una ducha, me encargue de dejar emparejada la puerta. Para que Denise pudiera vernos coger. De nuevo la escuche deslizarse hasta la puerta, después de mamarle la panocha Cinthia la puse en cuatro. Impidiendo que pudiera ver la puerta. Sabía que Denise estaba ahí. Podía sentir como se frotaba en silencio. Termine en las nalgas de su madre, espere a que el sueño la venciera. Luego ...
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