El observador - Relatos Eróticos

El observador

Salía cada fin de semana con un amigo, en su auto nos íbamos por ahí lejos y nos metíamos a una calle totalmente oscura recuerdo que cogiamos muy rico, dentro y fuera yo siempre asustada porque me daba la impresión que alguien nos observaba.
Obvio que como no se veía el me decía que no me preocupe.

Unas noche nos alocamos mucho, tomamos vodka mientras cogiamos. 

Esa noche me hizo de todo, me agarró contra el capot, mientras me tenía totalmente sometida, me penetraba muy fuerte por el culo mientras me agarraba el cuello y me apretaba los pechos, le pedia por favor que no acabe, porque yo todavía no llegaba al clímax. 
Luego en los asientos traseros del auto se perdió en mi vagina, dios como le gustaba darme sexo oral, lo volvía loco meterme los dedos, porque soy súper estrecha,  tomamos tanto que me dejé meter el puño y recuerdo que me encantó porque lo hizo despacio y luego muy rápido mientras yo frotaba mi clitoris, me dejo con una sensación de querer acabar y como si me estuviera por orinar, no imaginé lo que era. Luego paró y me siguió cogiendo por el culo hasta que sentí como su pene empezó a latir, y el calor de mi cuerpo aumentó tanto, que temblaba sentí como su semen corría por mis nalgas y mi líquido caía por mis piernas fue muy rico y fue mi primer acabada a chorros.
Luego de toda esa locura deliciosa ya era hora de irnos, se me bajó la adrenalina y esa sensación de que me observaban volvió.

Cuando dio vuelta el auto, y las luces apuntaron un árbol que estaba a un lado de la calle, lo vi, era un hombre que nos observaba 😵 casi muero y mi amigo aceleró. No volvimos más a ese lugar y hoy prefiero pensar que solo lo imaginé.