Le estoy partiendo el culito a mi suegra - Relatos Eróticos

Le estoy partiendo el culito a mi suegra

... dejé unos segundos pasar, luego se la saqué y poniéndole mi verga en su ojete del culo, me agaché para decirla casi al oído -ahora le toca a mi agujero preferido- y empujé mi glande dentro de su ano, siempre la primera penetración en su culito era un poco difícil, asi que lentamente se la fui metiendo y mi glande se fue acomodando en su recto, luego empujé poco a poco hasta que la mitad del tronco de mi verga estaba adentro, luego comencé a entrar y salir despacio, para que su agujerito se fuera dilatando y acostumbrando a tener mi carne por dentro.  Luego de unos tres minutos así, fui metiéndola con más fuerza y determinación.  Carla gemía y se quejaba con cada penetración.  Sus gemidos de incomodidad fueron cambiando rápidamente a placer.  Lo comprobé cuando ella comienza a decir cosas como -cariño, te gusta cogerme por el culo?-  -ese hoyo es solo tuyo papi!- -dame duro cariño eso es solo para tí!-,  yo la tomé de los hombros y la jalaba contra mi verga para metérsela lo más profundo posible en su recto.   Asi también, eso me daba doble placer y estaba por eyacular en cualquier momento.  Carla gozaba no solo con su panocha, sino tenía la particularidad de tener orgasmos penetrada por el culo, lo cual era delicioso para el ego masculino.  Empezó ella a gemir y a pedir más duro, en eso comenzó a gritar otra corrida, y yo unos cinco segundos más tarde empecé a dar latigazos de ...

... leche dentro de su culo.  Fue otra cogida genial con mi suegra.

Nos vestimos y de regreso a casa.  Mi esposa me esperaba con cena y en esa ocasión me daría la noticia que estaba preñada.  Por qué comento esto, pues porque eso hizo más frecuente buscar a mi suegra para coger, sobre todo después de los tres meses de embarazo, pues mi esposa tuvo complicaciones con infecciones vaginales y el médico recomendó espaciar nuestras relaciones sexuales.  Le partí el culo a mi suegra el doble de veces que de costumbre.  

Mi esposa me dijo que creía que su mamá tenía una aventura, pues ahora se vestía más moderno y sexy, y salía bastante de casa.  Yo le contesté que no lo creía y que si su papá no le daba lo que quería ella lo estaba buscando afuera de casa.   Un día me esperaba mi esposa y me dijo que hizo seguir a su mamá y que había confirmado su infidelidad con su papá, yo tragué saliva y pregunté si ya sabía quien, ella me dijo que un carro negro la había pasado a traer a un lugar y luego a un motel, pero que su fuente no había visto quien conducía.  Me acordé que una de la últimas veces, un amigo me prestó su auto para llevar a mi suegra al motel, porque el mío estaba en servicio en el taller automotriz y el mi es color marrón.  Vaya salvada!!

Desde entonces tenemos más cuidado con mi suegra.  Pero es exquisito cogérsela por la panocha y por su culito, vale la pena el riesgo.