1. ¿QUÉ TE ATREVES A HACER?


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Anal Primera Vez Transexuales Autor: gitanilla_andaluza, Fuente: xHamster

    Siempre he querido ser una persona sincera. Por eso, cuando un chico me empieza a gusta y veo que el sentimiento es mutuo, le explico que soy una chica TS. Y aunque he conocido gente que se ha sentido aterrada ante la idea, lo cierto es que la mayoría de la gente lo acepta. No digo que les parezca maravilloso ni que se hagan a la idea de forma automática, pero sí que suelen tener una actitud muy positiva. Desgraciadamente, todos cargamos desde nuestra infancia con prejuicios sobre cualquier forma de sexualidad que se salga de lo tradicional, y eso me ha dado problemas en alguna que otra ocasión.Yo me considero una chica bastante comprensiva. Disfruto del sexo siempre que sea con una persona que me guste físicamente o cuya personalidad me parezca interesante, por lo que no me importa adaptarme un poco a lo gustos de la otra persona. Por ejemplo, tuve una pareja que tan solo me penetraba analmente, no mostrando ningún interés por jugar con lo que tengo en la entrepierna, y yo jamás le presioné en ese tema. Nos lo pasábamos bien juntos y el sexo era bueno, ya está.Pero eso no es lo común. Muy por el contrario, muchos chicos abren su mente cuando empiezan a salir con una chica TS, de tal modo que se preguntan por qué no pueden disfrutar de una forma más abierta. Imagino que en parte es morbo y curiosidad, pero si realmente quieres a la otra persona, es normal que quieras disfrutar con ella de todas las formas posibles. El problema es que cuando ese morbo y curiosidad se tiene ...
    ... que trasplantar a la cama, los chicos suelen mostrar bastante miedo e inseguridad. Es un sentimiento que debe ser confuso: por un lado las ganas de hacerlo, pero por otra parte esa moral inculcada que susurra desde lo más hondo que aquello está mal.Esto no es un problema tan grave como puede parecer. Lo que os quiero contar es, de hecho, cómo yo suelo lidiar con estas situaciones cuando se producen. Y para ello voy a poneros el ejemplo de mi relación con Fali (no es su verdadero nombre, pero a nosotros nos servirá). Quiero que lo imaginéis como un chico en buena forma, aunque no estaba cargado de músculos ni nada por el estilo, elegante aunque sin ir especialmente a la moda, con un rostro que no te llamaría la atención si no fuera por una forma de mirarte que enamoraba. Era un muchacho bastante tierno, de hecho lo sigue siendo, aunque en la cama se mostraba un poco inseguro. Pero finalmente, cuando llevábamos un par de meses viéndonos, me dijo que quería probar cosas nuevas, cosas “que nunca antes haya probado con otra chica”, que era su forma dulce de decir que sentía curiosidad por emplear mi entrepierna en la cama.Empezamos de una manera bastante sencilla, dejando que él jugase con mi entrepierna, que la tocase, que se sintiese cómodo con ella. Al principio no estaba muy convencido, pero cuando vio el placer que podía darme de aquella manera, el masturbarnos el uno al otro se convirtió en parte de nuestros juegos. Fuimos probando diversos juegos, y algunos le sorprendieron ...
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