1. Lo siento mi amigo, tu madre está muy buena


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Fernán, Fuente: CuentoRelatos

    ... años había sido mi vecina, la misma que más de alguna vez la topé en la iglesia, hoy ahí de pie, un poco ruborizada, pero decidida a todo.
    
    Me acerque a ella y sin decir nada, ambos sonriendo nos abrazamos. Nuestros labios se juntaron inmediatamente y nuestras lenguas se fundieron en un apasionado beso. Su olor a hembra y la pasión de sus besos me tenía como loco y sin dejar de besarla le saque su blusa, dejándola con una brasier de color negro y encajes. Toque sus pechos por sobre la tela y mis manos en segundos habían desabrochado su pantalón, que por gravedad, cayó al piso. Mis dedos buscaron entre sus piernas su sexo y se encontraron con una prenda completamente mojada, la que rápidamente también fue sacada.
    
    Fue ella la que ahora comenzó a desnudarme, primero mi camiseta y luego mis pantalones, cuando ambos quedamos en interiores, ella se arrodillo y bajando mi bóxer saco mi verga ya dura como piedra, lentamente la sobaba, la besaba, le pasaba la lengua y después la engullía entera, provocándole hacer arcadas.
    
    La detuve, se levantó y recostándola en su cama, baje hasta su calzón empapado, la despoje de él y la compense por tan buen trabajo con mi verga, se volvía loca cada que mordía delicadamente su clítoris, ...
    ... apretaba sus piernas, me atraía con sus manos hasta quedarme sin aire, en cuanto su segundo orgasmo llego, me levante y puse la cabeza de mi verga en la entrada de su chorreante vagina y se la metí, ella me detuvo y me dijo:
    
    -Hace tiempo que mi marido no me toca, así que con cuidado
    
    Y así lo hice, fue metiendo mi verga despacio, y una vez adentro, la sacaba y metía, aumentando cada vez más las embestidas, una vez que su vagina se acoplo, entonces la metía y sacaba con brutalidad, sus gemidos ensordecedores, se escuchaban a kilómetros, se aferraba a la cabecera de su cama, y con sus piernas me atraía aún más, un cosquilleo electrifico de mis testículos a la base de mi pene, lo que me indico que la corrida se acercaba, y clavándola como bestia hasta el fondo me corrí en enorme cantidad, cuando saque mi verga esta seguía hinchada y embarrada de flujos y semen, ella reponiéndose de sus orgasmos, se sentó en el borde y limpio mi verga con su lengua, luego se levantó me beso y se retiró al baño, cuando regreso, yo me estaba vistiendo:
    
    -¿Tan pronto te vas?
    
    -Es tarde
    
    -Quédate esta noche aquí, te vas muy temprano
    
    Se me acerco y volvió a desabrochar mi pantalón y repitiendo la jugada quedamos dormidos bajo la luz de la luna. 
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