Relatos eroticos esposos complices cap 19 - Relatos Eróticos

Relatos eroticos esposos complices cap 19

... mi mente a pensar mas de aquella pinga que los tragamonedas. Fue así que llegó el dia lunes y con mis cremas ingresé a su habitación recibiendome con un beso cerramos cortinas y otra vez me quede congelada cuando se descubrió volviendo a ver esa enorme masa de nervios, sólo que esta vez estaría a merced de mis delicadas manos. Ud dirá le dije, hagalo como ud prefiera me respondió al fin yo no siento nada. Segurobque no siente nada. Seguro, si quiere pellizque y notara que no siento nada. Así lo hice y la pinga ni el  se inmutaron, centonces comense hacer los masajes desde el vientre y notaba las zacudidas de esa pingota pero nada de pararse, pero si veía la cara del Sr que se excitaba creo al mirar mi cara de arrecha, fue así que le dije si podía mirar a otro lado. Asi fue que ya estando segura que no sentía nada y que no miraba, le agarré la pesada pingota y poco a poco fui apretando más y más hasta sentirme complacida, asi lo hice varias veces tambien con los huevos, así se me paso la hora y satisfechos los dos nos despedimos hasta la proxima visita. 

Mi hermana se molestó conmigo pero no me importó mucho por que al fin ahora que soy libre puedo hacer lo que quiera y con quien quiera. 

Para complacer a mi ...

... hermana en las noches la llevaba a las tragamonedas y contentas las dos regresamos a casa, pero yo sin dejar de pensar en volver a tener esa pingota en mis manos y pronto en mi boca y sino es mucho pedir en mi conchita, ojalá nomas lo pueda soportar. 

Pasaron varias semanas y entre mis terapias de pajeadas y mamadas y las terapias que le daba el hospital, se notó que hubo una reacción y su medio cuerpo así como su pingota dio signos de vida por lo cuak le dieron de alta a su domicilio 

Después de 4 meses regresó a su centro laboral brindándole una reunión de bienvenida a lo cual también estuvimos invitadas, y felicitandolo por su mejoria nos despedimos con un beso, conmigo fue entre el cachete y la comisura de la boca. 

El Sr siguió frecuentando nuestra bodega y comia nuestros menús y nosotros disfrutábamos de su alegria, yo por mi parte seguí saliendo con él, en contra de mi hermana, pero algo me pasaba y lo descubrí cuando él se me declaró, pero lobque más me gustó fuevsu sinceridad, me quería pero no iba a abandonar a su familia y él podria darme todo menos una familia. Que lo piense bien y que a fon de semana le responda, que él sin resentimientos aceptaría cualquiera de las dos respuestas. 

CONTINUARÁ