las dos primas - Relatos Eróticos

las dos primas

LAS DOS PRIMAS
                                  AUTOR: ELNI
Esto paso en un pequeño país de centro américa llamado Nicaragua, y que por cosas de la vida me ocurrió a mí.
Este relato que les contare, sucedió hace aproximadamente doce años, venia yo de la capital en un bus colectivo, cuando por azares del destino se sentó junto a mí una mujer de estatura baja, aproximadamente cinco pies y dos pulgadas, pero físicamente muy atractiva, con unos pequeños pechos, pero con un culo amplio, de unos veintiocho años, empezamos a conversar y le comente que mi profesión es abogado, ella iba para otra ciudad Chinandega, yo me debía bajar antes que ella en León, le di mi tarjeta con la intención que me llamase, aunque pensé que era poco probable que lo hiciera, aproximadamente al mes de encontrarnos me llamo porque tenía un problema legal que debía resolver, una vez resuelto el problema, la invite a salir, me dijo que si y nos citamos en la entrada de la ciudad, en una gasolinera que se encuentra ubicada en dicha ciudad, ese día no ocurrió nada de nada, solo conversamos, me dijo que su marido no se mantenía en casa, solo con su trabajo, y que no era su costumbre hacer cosas como las que estaba haciendo conmigo de vernos a escondidas con un hombre, luego de ello nos despedimos con la promesa de volver a vernos.
El domingo de la siguiente semana, nos volvimos a encontrar, pero esta vez iba decidida a todo, nos encontramos y nos dirigimos sin ninguna pausa a un pequeño motel que queda ...

... en las afueras de la ciudad, entramos, y ni siquiera conversamos, nos comenzamos a besar, a acariciarnos todo el cuerpo, y a desnudarnos, una vez desnudos, comencé a acariciar su vagina que en ese momento ya la tenía llena de flujos de la excitación, nos comíamos la boca, poco a poco comencé a bajar por su cuello, lo bese y lo mordí, baje un poco más hasta llegar a sus tetas, que aunque pequeñitas, estaban apetecibles ya que estaban bien paraditas y duras, ya para ese momento tenía los pezones bien erectos, comencé a besarlos morderlos  y apretarlos, ella comenzaba a gemir de la excitación, yo seguí bajando, pase por su ombligo, lo bese, le metí la lengua en ese pequeño hoyito, seguí bajando, hasta llegar a su preciado tesoro, que ya estaba inundado de flujos, comencé a besar sus labios mayores y luego pase a sus labios menores, ella solo se contorsionaba del placer que sentía y emitía pequeños gemidos de placer, mientras yo seguía apoderado de su bello orificio de placer, en un momento determinado me apodere de su pequeña semillita (clítoris) y comencé a lamérselo, a morderlo con los labios únicamente lo que ocasiono que sus gemidos aumentaran, deleitándome yo con su gozo, hasta que en determinado momento inspiro profundamente y cayó en un estado de laxitud total rosando con el desmayo, y de su vagina salió un torrente mayor de fluidos que me anunciaron su poderoso orgasmo, inmediatamente, sin darle tiempo a recuperarse me incorpore y me puse entre sus piernas y de un solo ...