EL VETERANO DEL OMNIBUS III - Relatos Eróticos

EL VETERANO DEL OMNIBUS III

Después de ir a visitar varias veces a Raúl, el veterano del ómnibus que me enseñó a disfrutar, uno de esos días golpee a su puerta y no se abrió, así que después de esperar un rato fui a sentarme a esperar en la plaza, en una banca a unos metros había un señor mucho mayor que Raúl, lo observe varias veces y el en una de esas miradas, me dijo que Raúl había salido y por lo que se veía demoraría, moviendo la cabeza le agradecí y ya cuando estaba a punto de irme, me dice, me dicen Lolo, soy vecino de Raúl, tengo 66 años, si no estás apurado te invito a tomar un refresco a mi casa, vivo solo, lo quede observando unos instantes y me di cuenta que el sabia a que venía, lo observe bien y levantándome le dije que si a su invitación, lentamente nos dirigimos a su casa.
Al entrar me señalo un sillón y me dijo que me ponga cómodo, fue a la cocina y apareció con un vaso de refresco, me lo extendió y mirándome  a los ojos me dijo, a mí también me gustan los muchachos lindos como vos, gracias por lo de lindo le dije, mirando su mano que se acariciaba su bulto, ando bien cargado dijo, me levante, deje el vaso en una mesita y me acerque a él y le sobe la verga por sobre el pantalón, mirándolo a los ojos le dije que me gusta hacerlo en la cama, él me dijo que fuéramos a su cuarto y que se conformaba con una buena chupada, soy dotado y quizás no la aguantes.
Entramos a su cuarto y nos desnudamos, cuando miro su entrepierna se veía impresionante, era mucho más grande que la verga de Raúl, ...

... después me enteraría por lo que me dijo que le media 23cm por 6 de grosor, se recostó en la cama y empecé a chupársela, apenas me entraba en la boca, ese pedazo de carne se endureció y era enorme, la recorría en toda su extensión con mi lengua, le chupe los testículos y volvía a meterme la cabeza de esa verga descomunal en la boca, así estuve como veinte minutos, hasta que me apretó la cabeza y sentí su lechita derramándose en mi boca, me trague todo lo que pude y quedamos unos minutos acostados sin decir nada, al rato empezó acariciar mis piernas y me pidió que me ponga boca abajo, metió su cabeza entre mis nalgas y empezó a chuparme, metiendo su lengua en mi hoyito, yo solo suspiraba y levantaba mi cadera para sentir mejor, entre suspiros empecé a decirle, si Lolo me gusta lo que me haces, hay Lolito que rico, hacerme tu nenita Lolito, por favor Lolito quiero ser tuya, saco su boca de mis nalgas y sentí la cabeza de su verga apoyada en la entrada de mi hoyito, en total descontrol por las sensaciones, Lolito dame verga por favor, empezó a empujar y sentí como empezaba a entrar la cabeza de su verga abriéndose camino en mi interior, del placer pase a un dolor imponente, mis suspiros se convirtieron en un grito, duele, duele Lolo, mientras el siguió clavando los 23 cm dentro mío, mi grito se transformó en llanto y la verga de Lolo clavada hasta el fondo en mi colita, sentía dolor, ardor, quemaba, quedamos inmóviles en la cama, yo lloraba y Lolo me acariciaba la cabeza y me decía ...