Los merecidos cuernos de mi novio
Fecha: 06/07/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me equivoqué buscando en su
edad (yo 23 el 36) la madurez sexual que ansiaba. Apenas habíamos follado 2
veces, si es que se le puede llamar follar a minuto y medio de fricción. Mi
novio era impotente y aunque él se negaba en reconocerlo cada vez alargaba más
nuestros encuentros con diversas excusas llegando el momento en que se
cumplieron hasta 2 meses sin ningún tipo de acercamiento, en el fondo le
aterraba la frustración que me hacía sentir cada vez que se desnudaba.
Aquella tarde como muchas otras mi novio se quedó en casa
descansando. Parecía mentira que trabajando en el negocio de su padre siempre
estuviera tan agotado. Yo mientras leía y tomaba el sol en el jardín de mi casa
y me excitaba lenta pero intensamente. Sentía como los rayos del sol acariciaban
plenamente mi cuerpo joven y hermoso, desde mis tobillos hasta mis muslos,
intentando adentrarse entre mis piernas, cruzando mi ombligo, escalando mis
voluptuosos pechos, ascendiendo por mi cuello, sonrojando mis mejillas y
perdiéndose en mis dorados cabellos. Sin pensarlo dos veces tomé la frase más
caliente que encontré en el libro y pícaramente se la envié a mi ex en un
mensaje para compartir con él mi ardor y lo que en principio parecía ser un
juego acabó en una cita clandestina.
Ya en la ducha dejé la esponja a un lado, hoy no la
necesitaba y embadurné mis manos de gel de rosas acariciando después lentamente
mi cuerpo deseoso de unas manos expertas y ...
... casi olvidadas. Recorrí mis piernas,
mis nalgas, mi espalda, mi cintura, mis pechos mi cuello y por ultimo mi sexo
caliente. Luego dejé que un chorro de agua caliente hiciera deslizar la espuma
por todas y cada una de las curvas de mi cuerpo. Mis pezones se mostraban firmes
y junto a mi sexo enrojecido pedían a gritos un poco de atención, la toalla fue
la siguiente en acariciar mi cuerpo, me sentía muy sexy, muy caliente. Lo siento
por mi novio, mi cuerpo ya no puede esperar ni un segundo más.
Sin perder el tiempo llegué a mi cita antes de la hora, mi ex
ya estaba esperándome y en su coche me condujo rápidamente al descampado que
tantas veces nos había visto follar. Fuimos a la parte trasera del coche, ni
siquiera recuerdo como iba vestido. La ansiedad me podía. Si en algo nos
entendíamos mi ex y yo era en el sexo. Nuestros cuerpos parecían hechos para el
placer, proporcionados, del mismo tamaño y con grandes atributos... Mis tetan
son enormes mientras que su polla alcanza con facilidad los 25 centímetros. Sin
esperas se fue quitando la camisa y la mera visión de su torso desnudo ya me
provocó una fuerte excitación, estaba hambrienta... Me abalancé sobré el y besé
aquellos labios calientes de nuevo mientras acariciaba su pecho, su espalda, su
culo y aquella arma inmensa que seguía creciendo bajo su pantalón, bajaba por su
cuello, lamía sus orejas, su pecho... Sus manos también se perdían en mi
espalda, desabrocharon mi ...