La entrevista con su futura asistente
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Fetichismo
Autor: LARRY1954, Fuente: SexoSinTabues
Ya hacía tiempo que él había puesto un anuncio en una revista erótica que buscaba a un o una asistente personal. El anuncio decía: Profesionista en la tercera edad busca una persona de compañía y asistente personal para atenderlo y acompañarlo en sus actividades personales y sociales y para tener encuentros íntimos sin compromiso. Hombre con habilidades manuales y orales. Ingiere medicamentos y remedios para el vigor, los cuales a veces no funcionan. - Disculpe, estoy esperando a una persona para entrevistarla, como mi asistente. No tengo tiempo ahorita pasar un momento de placer. ¿Quién es usted? ¿Cómo pudo entrar a mi privado? - Yo soy la persona que busca el empleo. Leí su anuncio, hablé y me dieron la cita y me pidieron que viniera presentable para el puesto. Me llamo Lulú. Y espero que después de que conozca mis habilidades, usted me contrate para el puesto que sé está vacante por mucho tiempo. Al escuchar lo que ella le dice, el abogado se pone flojito y cooperando, dejándose llevar por los encantos de la bella mujer, que mostraba unos senos medianos y suculentos, una cintura de avispa madre, unos glúteos que invitaban a devorarlos y explorar hasta el fondo del abismo de su apertura. El licenciado, ante tal espectáculo opta por desabrocharle el ‘baby doll’ de su futura asistente, le acaricia todo su cuerpo, espacio por espacio, poro por poro, cabello por cabello, dedo por dedo. Acerca su rostro en medio de los senos detecta el aroma de una loción. Lulú le da un frasco y ...
... le pide que se lo unte por todo su cuerpo, el contenido del frasco, o, mejor dicho, de la pócima. Desde los senos, vierte el contenido del frasco hasta que su líquido escurre, cayendo por el Monte de Venus pasando por el clítoris hasta llegar a los labios vaginales. - Sigue, sigue, sigue, papacito. Así me gusta. Ya necesitaba sentir todo esto. Lulú se deja llevar, dejando que las manos de su futuro jefe hagan lo que le plazca. A ese paso, de seguro pasaría la prueba para convertirse en la asistente personal del licenciado. A un costado del ‘baby doll’ hay un consolador y varios condones de sabores. En un sofá del despacho, hay una petaquita que contiene un pene de plástico flexible de seis pulgadas, un arnés con otro pene de ocho pulgadas y una bolsa de guantes de látex. - ¿Para qué trajiste eso? – Pregunta él. - Cuando hablé para esta entrevista que dijeron que tomabas viagra, que a tu edad ya la necesitabas y, que buscabas a alguien que no fuera egoísta para que fuera tu asistente personal y te atendiera en todos tus asuntos íntimos. El licenciado invita Lulú a que se acomoden en el sofá que lo convierten en cama. Ya cómodos los dos, el besa el cuello de su entrevistada, sus oídos, sus pechos, su torso, su obligo, su clítoris, hasta llegar oralmente a su intimidad. El raspa su barba crecida sobre el cráter de su muy pronto asistente, quien responde gimiendo de placer. Ella le da el consolador y el juguete de seis pulgadas y, le pide que la penetre con los dos tanto delante ...