Rosa…una viuda itálica y exuberante
Fecha: 08/07/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: Gabriel351, Fuente: CuentoRelatos
Mi nombre es Gabriel y esto sucedió cuando tenía 20 años. Al lado de mi casa, se mudaron Rosa y Vittorio, ella 24 años y él 12 años mayor, cuando llegaron al barrio yo tenía 8 años.
Mi madre cuido de ella y la protegió. Rosa hablaba en una mezcla de italiano y castellano. Ella mejoró mucho su aspecto ya que cuando llego estaba excedida en peso y la hizo cuidar más su aspecto.
Al año ella tuvo una nena y 5 años después un varón. Su vida había cambiado como el día y la noche. Rosa era ama de casa y cuidaba a sus hijos. Su marido por cosas que escuche como al pasar que parecía que le metía los cuernos con la jefa de él.
Así fue pasando el tiempo, yo fui creciendo y empecé a ver a Rosita como le decían en el barrio con deseo, ella empezó a ser apetecible para mí, si bien era “gordita” había cambiado mucho su aspecto general, pero sobre todo porque tenía dos poderosas razones pectorales que enloquecía a todos y que era imposible disimular.
A mí me faltaban días para cumplir los 19 años cuando ella tuvo una noticia que le cambió la vida, víctima de un infarto en el trabajo ella enviudó, cuando llevaba un embarazo de 4 meses, pensamos que el mundo se le venía encima ya que debía sostener a toda su familia y no estaba preparada para ello. Si bien le quedo una pequeña pensión y el alquiler de una casa, eso no era suficiente para sostener a su familia.
Pero ella sacó fuerzas de flaqueza apuntalada por mi madre, al mes cobró un seguro de vida y con ese dinero puso a ...
... medias con su cuñada una librería frente a un colegio, que floreció en muy poco tiempo. Cinco meses después tuvo su tercer hijo, un varón.
El tiempo fue pasando hasta llegar a enero, como era un mes casi paralizado para una librería decidieron con su cuñada cerrarla por ese mes. Su cuñada la invitó para irse con ella de vacaciones a Santa Teresita, pero ella no quiso su hijo tenía 5 meses y no estaba dispuesta a exponerlo en una playa, mi madre dijo lo mismo y ella se quedó con el bebé, ya que la cuñada se llevó a los otros dos de vacaciones. Mi madre también se fue de vacaciones y yo las tendría en febrero.
Yo hacía tiempo que veía con deseo a Rosita, si bien era gordita, su cuerpo era exuberante 110 – 85 – 105 y media 1,68 mt, cara redondita, cabello largo castaño oscuro y sumamente agradable. Me gustaba, pero sobretodo sus senos inmensos, realmente me volvían locos. Pensaba en ella a cada rato, pensaba en una mujer que hacía un año que no tenía sexo, veía sus escotes generosos e imaginaba mi boca sumergida en ellos y mi lengua y boca apoderándose de ellos en toda su extensión y poseerla hasta recuperar ese año perdido. Y este era el momento, estar a solas con ella cuidarla protegerla.
Yo llegaba de mi trabajo e iba a verla, saber cómo estaba, si necesitaba algo, cuidarla a ella y al bebé y me estremecía cuando lo pasaba a mis brazos ya que era inevitable que mi brazo rozase su busto por encima de sus blusas. Todos esos días con la excusa que no me gustaba cenar solo, ...