Primera vez con una alumna - Relatos Eróticos

Primera vez con una alumna

... escuché: Para. Me detuve y la observé, estaba extasiada pero agotada.
- No gastemos toda la energía, todavía nos falta lo mejor.
Para cuándo dijo eso yo ya era un animal. Me lance hacia ella y nos comenzamos a besar de manera colosal. Como ella pudo logro sentarme, ella hizo lo propio sobre mi abrazándome con las piernas. Sus tetas que aún se escondían en aquella blusa a rayas tocaban mi pecho mientras seguíamos besándonos. Ella tomó mi verga que estaba a poca distancia de su vagina y la empezó a apretar y flotar.
- En el bolso de enfrente de mi mochila hay condones profesor.
Cómo pude estire mi brazo derecho y rebusque entre sus cosas hasta hallar con un condón. Lo abrí torpemente, no tenía para nada la cabeza fría, Mitzi solo me.miraba impaciente mientras seguía acariciando mi verga con suavidad. Tome el condón y lo puse sobre mi verga totalmente firme. Ella se paró un poco para acomodarnos bien para la acción. Ella se reincorporo y tomo de nueva cuenta mi pene.
- Ya me la quiere meter profesor? - me decía mientras ponía mis manos sobre ellas.
- Si, si si ya quiero - decía torpemente mientras ella jugaba con mi verga ya metida en el condón y seguía sintiendo como sus tetas chocaban con mi pecho.
Ella se reía dichosamente, creo que le encantaba tener al profesor que estaba a punto de reprobarla completamente a su merced, y por mi parte, seguí fascinado de tener al deseo de toda la prepa justo sobre mi. Mitzi comenzó a flotar mi verga sobre la entrada de su vagina ...

... para luego de un movimiento la metiera sin más ni más.
Ambos gozamos ese primer instante, se sentía tan cálido allá dentro. Ella se mecía sobre mi de un lado a otro mientras intentaba hacer lo mismo. Los gemidos de ella los tenía y escuchaba justo frente a mi cara al igual que ella con los míos. Mis manos se mostraron inquietas otra vez. Ahora apretaba con fuerza sus nalgas mientras les daba una que otra nalgada. Luego mis manos fueron debajo de su blusa buscando encontrar el seguro de su brassier. Cuando lo encontré, lo desabroché de inmediato y ya lo tenía en las manos. Se lo mostré a ella y me miraba con satisfacción mientras seguía montando mi verga sobre su panocha. Lo olí para tirarlo aún lado nuestro.
- Quieres ver mis tetitas profesor?
- Si, las quiero ver.
Ella puso sus manos en la cintura y lentamente se quita la blusa quedando ahora sí completamente desnuda. Sus tetas no eran ni muy grandes ni muy pequeñas. Eran perfectas. Eran firmes, duras, sus pezones estaban totalmente parados, eran dos volcanes a punto de hacer erupción. En cuanto los tuve frente a mí me volvió loco y comenze a besarlos, a morderlos, a lamerlos, jugar con ellos, sin olvidarme del éxtasis de nuestro coito que seguía en aumento. 
- Ya veo porque todos te tienen ganas en la prepa.
- Ah si? Y por qué?
- Estás buenísima, de pies a cabeza, como no volver loco al primer bastardo que se te aparece enfrente con semejantes tetotas - le decía mientras metia más duro mi verga dentro de ella haciendo ...