1. Dejar el aburrimiento de un domingo con un hetero


    Fecha: 09/07/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... sentir con más ganas sus gemidos y como su cuerpo se retorcía de placer diciendo que se venía al momento de que los chorros de semen inundaban mi boca, mientras el hetero decía que era muy rico como se sentía. Como un buen muchacho que considero que soy, le di las últimas mamadas en ese momento para dejarlo limpio y no desperdiciar ni una gota de su semen. El hetero me dijo que había quedado exhausto y en su cara podía notar el placer acompañado de una sonrisa picara que confirmaba lo bien que lo estaba pasando y lo satisfecho que me hacía sentir de tener a un man "hetero" teniendo sexo conmigo. Mientras descansábamos, seguíamos acostados charlando acerca de nuestras vidas, hasta que llego el momento en que él me preguntó sí había hecho ya tríos, a lo cual respondí que no y el también me dijo que no lo había hecho pero que le gustaría hacerlo en algún momento con otro hombre, cosa que me llamó la atención y me calentaba más. Después él me mira y me dice que si estoy preparado para el otro polvo, por lo que de inmediato le dije que si, pero esta vez venía con la sorpresa de que él no sólo quería una mamada, sino que también quería venirse dentro de mí. De nuevo empezamos calentando motores besándonos de manera apasionada, hasta que volví a bajar y concentrarme en poner bien erecto ese pene que me estaba gustando tanto. Él seguía gimiendo como hombre en éxtasis sexual mientras yo succionaba asegurándome de seguir saboreando ese néctar previo que sólo un hombre había probado ...
    ... años atrás. Hasta que él de manera tierna me separó y me dijo que parara porque le iba a hacer venir muy rápido, por lo que me empezó a sobar la cola y a lubricar la entrada de mi cola con su saliva. Mientras se colocaba el condón, yo me acomodaba en cuatro para que este hetero viera lo que le iba a pertenecer además de que no sentiría tanto dolor. Llego el momento en que sentía su punta en la entrada de mi cola y el empezaba a sobarlo en mis nalgas, como venganza, para que yo le rogara que me la colocara adentro sin tanto preámbulo. Fue así que lentamente su pene iba haciendo más presión hasta que sentí su cabeza entrar y por ende un leve dolor acompañado de un gemido de su parte. El hetero suavemente me la iba metiendo mientras yo respiraban profundo, concentrándome en poder sentir cada centímetro de su pene que iba entrando por mi cola, hasta que sus bolas chocaron con mis nalgas y él acariciaba mi espalda. Él empezó a penetrarme a una velocidad normal, diciendo "qué rico se siente" y "qué culito tan rico el suyo parce". Después cambiamos de posición, donde nos pusimos de cucharita. En esa pose podía sentir mucho más placer, combinado con el sentir su cuerpo junto al mío y su lengua de nuevo jugando con mi oreja, y como a los 20 minutos se vino, pegando un fuerte gemido y apretando mis tetillas. Después descansamos un poco, donde él me decía que lo había pasado muy bien y que no se había imaginado que eso fuera tan rico. Bueno, así fue como este aburrido domingo me cogí a un ...