Mi sabrosa hijastra 3 - Relatos Eróticos

Mi sabrosa hijastra 3

Me fui a dormir, al día siguiente ella me trataba normal. No mencionaba nada,
Yo quería visitarla otra vez en la noche, pero no pude, recordar la presión que su coño me ejercía en la pinga que ponía a mil, deseaba y necesitaba sentir su coño.
Y dos días después fui, a las 3 am, estaba dormida, yo tenía tantas ganas que me fui en calzón y me le metí en sus sábanas la desnude a medias, y entre besos y caricias le corrí el panti a un ladito y me puse bastante saliva en la pinga y se la fui metiendo, ella gemia suavecito y bajito, me la empezé a culiar lento para que sintiera lo sabroso que es culiar, por lo apretado y calentito de su coño me sacó la leche muy rápido, tirandosela en la barriguita, me limpié la punta y se la volví a clavar, me fui en el gusto, y la agarre por las caderas y empezé a clavarsela ella ahora chillaba mas, pero bajito y me volví a correr, mientras me limpiaba para volver a pararmela ella se puso el calzoncito y volteo a dormir.
Unos días después, volví a visitarla, era una mezcla de miedo con exitacion, adrenalina y morbo, que me mantenía arrecho con ganas de culiarmela.
Durante el día nada pasaba, me trataba normal, pero cuando llegaba la noche, un deseo incontrolable de culiarmela se apoderaba de mí.
Así pasamos siete meses culiandomela cada 2 a tres días, su coñito me aguantabaas la ...

... pinga, hasta que llegó el octavo mes y salí de vacaciones laborales. Mi mujer seguiría trabajando.
Y como estaría todo el día en casa, aprovecharía para culiar todo lo que se pueda.
El primer día, Susy estaba en su cama, sería las 10 am y me fuí allá, muy templado, me acosté y la empezé a desnudar, por primera vez vería su cuerpo desnudo con bastante claridad, sus tetas blancas de rosados pezones, y su coño rosadito es lo que más me gustó. Me fui directo a mamarle el coños lo chupaba lamia y mordisqueaba, no sabía que hacerle, m agarre la pija y se la metí, empezé a culiarla, halaba sus cadera hacia mí, y la penetraba lo más duro y profundo que podía, hasta venirme.
Ese día culiamos muchas veces en el día hasta que llegó la noche.
Y así repetimos todo el mes de vacaciones,  culiando todo el día, dormíamos juntos,. Hasta que se acabó el mes y volví a visitarla de noche,todo el tiempo que pudiera, hasta que ella cumplió mayoría de edad y se fue a estudiar, cuando viene a casa seguía aprovechando para visitarla de noche.
Actualmente cada vez que puedo sigo culiandola, ya esta casada y tiene hijos, pero aún así o ella me busca o yo la busco.
Hasta cierto punto siento quee he enamorado de ella, no puedo pasar una semana sin vernos y culiarnos,
Aunque cada uno tiene su pareja, siempre encontramos tiempo para nosotros.