Me cogí a la esposa de un sobrino - Relatos Eróticos

Me cogí a la esposa de un sobrino

Tengo 51 años y Yuli 32, ella es esposa de un sobrino, esto sucedió hace 15 días en que nos reunimos en el campo en la casa de mi suegra donde no vive nadie, cada quien por su lado se divertía, les cuento que ahí no hay baños en la casa y las necesidades se hace en el monte, a eso de las 11 de la mañana tuve ganas de hacer pipí y fui tras de la casa, todos los demás estaban lejos, así es que saque mi verga sin cuidado, en eso que estoy orinando presiento que a mis espaldas alquilen me mira, de reojo veo que es Yuli que estaba parada tras mío cómo a unos 15 metros, mi ve rga estaba parada y se notaba grande, ella no se movía de allí, termine de orinar e hice ademán de masturbarme, y luego gire hacia ella, quien se hizo la sorprendida y dijo tío que hace y riendo dijo que grande la tiene, yo le dije no es pequeña y ella dijo no es grandota para comparación de Jaime que es como mi dedo, está loca le dije cierto dijo y además que ni me quiere dar, acércate le dije, ella vino hacia mi, tocarle le dije, y si viene alguien dijo, no están lejos jugando le dije, rápidamente riendo toco mi verga y retiro su mano y que miedo dijo, no tengas miedo Julita le dije en eso volvió a cogerlo, rápidamente se arrodilló y la metió a la boca tratando de mirarme, hay no entra dijo, si entra chupamelo le dije, nuevamente lo metió a la boca al mismo tiempo que desesperadamente trataba de bajarme el pantalón, yo lo ayude a bajar y comenzó a meter y sacar la verga, luego se paró y se desabrochó el ...

... pantalón jean de color celeste que le quedaba muy ajustado, madre mía un cuerpazo, piernas blancas y muy poco bello en su vagina, con desesperación y mucha tensión trate de meter mi verga parado, pero se hacía difícil, en eso se dio la vuelta y doblandose un poco coloque mi verga en su coño y de un solo empujón se la mandé hasta el fondo lo único que hizo es decir ayy, mire su cara y tenía una sonrisa de gran alegría, su coño estaba caliente un poco ajustado y muy húmedo, comencé a meter y sacar, era maravilloso comerme a una chibola y que lo disfrutaba de maravilla, que rico tiito dijo ya eres mi marido, no sabes que siempre he querido estar contigo, por favor quiero que me rompas todo dijo, ya estás rota le dije, no por atrás no tiito no lo he dado a nadie es para ti te lo juro sí pues pero ahora no se puede eso te doy otro día, y siguió hablando papá, papito decía metemela más rápido, sentí que algo calientito se le escapaba, en su desesperación digo termina adentro embarazarme por favor tiito, quiero tu leche, yo sentía como me pelliscaba en su desesperación, en eso escucho que venían los niños gritando por delante de la casa, ella se endereza y yo que al sacar mi verga se me viene como un chisguete de leche ella solo atina a mirar y levantarse el pantalón como sea al igual que yo me levanto el pantalón y corro hacia el monte, por suerte nos da tiempo para levantar los pantalones y alejarnos entre ambos, felizmente nadie se da cuenta, detrás de los niños aparecen mi esposa y ...