Mi prima sexy - Relatos Eróticos

Mi prima sexy

Mi prima es una mujer de 30 años pero no aparenta tenerlos, es de piel blanca, un poco gordita pero aún así es muy sexy, tienes unos pechos enormes y un trasero redondo y grande.
Hace poco tiempo se mudó a mi casa a vivir, eso me puso muy contento ya que siempre he sentido una atracción por ella, la ayude a acomodarse en la habitación cuando llegó y me pedía que la ayudara cada vez que necesitaba algo pero siempre ha sido muy coqueta y cariñosa conmigo.
A mis 25 años tengo un cuerpo no muy torneado pero si algo marcado ya que voy al gymnasio y siempre me ha gustado andar sin camisa en mi casa y eso no iba a cambiar aunque llegara mi prima a vivir con nosotros.
A los pocos meses que llegó sentí que no dejaba de mirarme y como mis padres trabajaban, siempre nos quedamos ella y yo solos en la casa, y siempre salía de su habitación en camisón sin ropa interior, mi habitación está a lado de la de ella y podía verla cada vez que salía de su habitación, no podía evitar tener una erección cada vez que la veía en ocasiones salía solo con su sostén y en calzón de encaje era muy sexy y excitante verla así y no podía evitar masturbarme luego de verla.
Un día no podía dormir y estaba muy excitado, así que decidí salir al pasillo y caminar un ...

... rato y de repente vi que la puerta de la habitación de mi prima estaba semi abierta así que me asomé y ella estaba tomando una ducha, tenía la puerta del baño abierta así que entre lentamente y sin hacer ruido y me asomé por la puerta del baño pude verla completamente desnuda, tenía un par de pechos enormes con los pezones oscuros, su vagina estaba sin depilar y su trasero era enorme, en ese momento tuve una erección como jamás había tenido, ella ya estaba terminando de ducharse por lo que decidí salir de la habitación y regresar a la mía, una vez en mi habitación decidí masturbarme pero la erección no bajaba, pasó un rato y volví a salir para ver si mi prima seguía ahí, ella ya se encontraba recostada en la cama y estaba con un camisón y sin bragas, entre de nuevo a su habitación ye acerque lentamente a su cama, se le podía ver todo, tenía su vagina peluda y su trasero estaba en una posición en la que se le separaban las nalgas y se le podía ver el ano, fue lo más excitante que había visto y mi pene creció enseguida no pude aguantarme y decidí masturbarme ahí mismo frente a ella, me corrí como nunca me había corrido antes, fue muy placentero y desde ese día siempre que tengo la oportunidad entro a la habitación de mi prima para espiarla.