La extorsión del viejo borracho - Relatos Eróticos

La extorsión del viejo borracho

... cuidadito

viejo: tranquilo amigo, vaya a ponerla tranquilo que yo no le cuento a nadie.

desde ese día, cada vez que me veía me saludaba y a veces me hacia el símbolo de sexo con las manos (ese de con una mano hacer una O con los dedos, y con el índice de la otra mano pasar el índice por esa O aserruchando), muchas veces iba con mi novia a dejarla al colegio y nos saludaba o levantaba su cerveza barata hacia nosotros.

ahí me contó mi novia que el viejo quedo viudo y no tenía hijos, que había jubilado por un accidente laboral y no le gustaba estar en su casa, dormía en la plaza borracho casi siempre, que no le hacía daño a nadie hasta ahora pero todos los vecinos lo miraban como un vagabundo y con desprecio.

Pase a ver a mi novia después de una fiesta en la universidad, yo andaba medio borracho y ella se enojó porque no podía llegar así a su casa porque estaban sus padres y caminamos hasta la plaza, nos besamos y manoseamos un rato en la oscuridad y se fue a su casa. Me quede sentado en la plaza un rato esperando que se me pasara la calentura y me asusto la voz del viejo que venía detrás de la banca.

Viejo: buen show se pegaron venia llegando con unas chelas y me senté en el pasto a disfrutar hasta que se fueran de la banca.

yo: jajaja viejo culiao cochino

viejo: querí una chela?

yo: yapo, esta weno, igual ya se me calentó el hocico, vengo de un carrete en la U

viejo: si, y parece que otra cosa (me señaló con la botella mi entrepierna)

yo: si, ...

... me calienta caleta esta mina

estuvimos conversando un rato y tomando cerveza hasta que se presentó

Viejo: ya no me digas viejo, somos amigos, dime Ernesto nomás

Yo: buena, yapo Ernesto, igual es nombre de viejo.

Ernesto: bueno si, eran otros tiempos, oye te queria contar algo pero no te enojí si.

Yo: dale, dime nomas amigo.

Ernesto: El otro día venia de la botillería y pase por el pasaje que da a la casa de tu mina, y escuche unos gemidos de una puta, se escuchaba un poco bajo así que me acerque y puse la oreja en la muralla, por un momento pensé que era la señora, que igual esta terrible rica, me dije "ahhhh ya sabia que esta vieja era bien puta, a que se esta cuerneando al antipatico de su marido", así que busque algo para subirme y ver por la ventana que esta arriba esa alargada. y no encontré nada, hasta que pillé un cajón de madera y cuando llegue, me encaramé y no vi nada.

Yo: jajajaja igual mala cuea, la vieja está rica, igual seria pulento verla ensartada

Ernesto: yapo, la historia no termina ahí, dejé el cajón atras de ese poste que esta cerca de su casa, me lo movieron varias veces pero lo volvía a dejar ahí, y cada vez que pasaba por ahí pegaba la oreja a ver si se la culiaban de nuevo hasta que pasó, escuche y me subí y te vi a ti culiandote a la Catita, dándole duro y ella gemía y se retorcía como una puta de primera, me bajé porque venía gente.

yo: y te gustó el show? ta harto rica aunque no se nota por como se viste

Ernesto: sipo, ...