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LA CUEVA DEL AMOR "PARTE1"
Fecha: 10/07/2018, Categorías: Hetero Autor: raise, Fuente: RelatosEróticos
... disfrutar del olor que el sexo de mi companyera desprendia, un aroma muy agradable, como el mejor de los inciensos. Entonces fue mi turno; le dije que se tendiera en la toalla boca arriba, y la recorri con mi lengua de arriba a abajo, con deleite, saboreandola, dandole suaves bocaditos aqui y alli al tiempo que mis manos la recorrian con dulzura y con suavidad, relajandola y excitandola a la vez; mientras, ella, con los brazos extendidos a los lados del cuerpo, daba algunos gemiditos de placer y decia algun "asi" o "sigue amor" o algun "me encanta". Despues de un excitante masaje en los pies, que tambien bese, lami y mordisquee, le entreabri las piernas, regalandome la vista con un hermoso sexo de grandes labios oscuros y carnosos que se habrian mostrando la puerta, el umbral de los misterios, del placer y del amor; y aunque el bello oscuro era abundante en el pubis, en las ingles y a los lados del sexo habian sido cuidadosamente quitados, asi que no me lo pense y me entregue al hermoso trabajo de saborear los jugos de la mas deliciosa de las frutas. ...
... Deslizaba mi lengua a lo largo de sus labios, me detenia en su clitoris donde con un ritmo constante lamia como el tigre que bebe agua en el margen del rio; despues de esto, volvia a recorrer sus labios, los abria con delicadeza contemplando la gloria y el esplendor y mordisqueaba sus ingles; volvia a lamer, primero lento y luego aumentando la velocidad; mi lengua volaba sobre su clitoris como el aguila que baja en picado para caer sobre su presa, y mi dedo corazon, introducido en su vagina, no paraba de entrar y de salir; a todo esto, ella, que no paraba de acariciarse los pechos, gemia, murmuraba y disfrutaba completamente entregada al placer y al bienestar que yo le proporcionaba. Y como llega la primavera despues del invierno y explota en colores, luz y vida, su orgasmo tambien llego, y se convirtio en huracan y la elevo, la recorrio, la hizo gritar, la llevo hasta la dimension del extasis y luego, con la suavidad con la que cae una hoja de un arbol, bamboleandose en el aire hasta la tierra, la dejo de nuevo alli tendida, extasiada y feliz de estar viva.