Tengo un hijo... de mi hijo 4 - Relatos Eróticos

Tengo un hijo... de mi hijo 4

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Mientras estabamos abrazados, empece a sentir sus labios cerca de mi cuello, el abrazo se hizo mas largo de lo normal, pero ninguno soltaba al otro ni deciamos nada, mi corazón empezo a acelerarse mientras sentia su respiración en mi cuello, sentia como movia su cabeza de arriba abajo, como su respiración recorria mi cuello, luego senti un beso, otro beso, otro beso y otro beso: 

-Daniel, que estas haciendo ?
-Me gusta tu cuello Ma 

Yo no dije nada y me incline un poco para dejarlo que siguiera, continuó besandome el cuello un par de minutos, de pronto senti su lengua recorrer una parte de mi piel, no pude evitar soltar un pequeño pero claro gemido, inmediatamente reaccione que me estaba entregando muy fácil y le dije: 

-Ahh! Hijo para porfavor
-Porque ? Te gusta ?
-Si, pero no podemos hacer esto, eres mi hijo
-Eso no tiene nada de malo, eres mujer y yo hombre, si a ambos nos gusta, dejemonos llevar.
-No Daniel, porfavor detente... hijo porfavor para 

Él hizo caso omiso y continuo besando y pasando su lengua por mi piel, haciendome excitar mas de lo que ya estaba, empezo a hacerme chupetes en el cuello, apesar de yo no tener las manos atadas, asi me sentia, no podia hacer nada, el deseo me tenia atada, él con su otra mano empezo a ...

... acariciar el resto de mi cuerpo, metiendo su mano bajo la playera que llevaba y recorria con sus yemas mi piel, era una sensación de maxima excitacion, yo no paraba de decirle "Daniel porfavor te lo suplico, para", pero él seguia a lo suyo, bajó su mano entre mis piernas y empezó a subir pasando su mano por mi vulva, algo que me hizo poner la piel de gallina, siguio subiendo hasta que llego a mis tetas, las agarro y las amasaba con ansias, sus besos empezaron a cambiar de posición, besando mi rostro hasta que llego a mi boca, nos quedamos viendo unos segundos y nuevamente le dije "Porfavor Daniel, te lo ruego, ya detente"... él seguia amasando mis tetas, de pronto bajo con su mano, la metió bajo mi calzón tocando mi caliente y chorreada vulva, metio un dedo entre mis labios vaginales tocando mi clitoris, luego bajó un poco más introduciendolo un poco en mi vagina y me dijo "Si no quieres, ¿porque tienes las piernas abiertas?", yo solo veia su cara de pervertido y de placer al tocarme, no me habia dado cuenta que habia abierto las piernas para darle paso libre a mi vulva, cuando introdujo su dedo a mi vagina, no pude evitar soltar otro pequeño gemido, y finalmente cedi por completo, le respondí: 

-Esta bien, si quiero, pero vamos a mi cama. 

Continuara...