Pame. Mi prima - Relatos Eróticos

Pame. Mi prima

Cuando acabé la secundaria y quice entrar a la universidad tuve que ir a solicitar una beca a la sede central, la cual quedaba en la capital, ya que la sede donde yo vivía no impartía la carrera que yo quería estudiar, entonces conversé con un tío quien vivía en la capital para quedarme con ellos durante el proceso para solicitar la beca, el cual duraba al rededor de 3 meses. La familia de mi tío está compuesta por su esposa y 3 primas, pame la mayor, sa la del medio y Ka una bebé. Pame rondaba en aquel tiempo 16 o 17 años. Pechos enormes y firmes, no mucho trasero y bueno. En nuestra familia como confirmé con los años la lujuria es un componente casi genético y hereditario,  me enganché con sus tetas y se lo dije, ella me dejaba verlas cuando andaba sin bra en la casa, nos dejaban solos muy a menudo, mi tío trabajaba todo el días, mi tía también aunque llegaba siempre tipo 3 p.m. limpiaba casas y generalmente se se llevaba a Sa y a Pame como estaba en vacaciones de verano la dejaba a cargo de Ka y de la casa, nos quedamos solos la primer semana fue solo de ver lo que ella me permitía, la segunda ...

... semana estábamos lavando los platos después del desayuno, recién nos dejaron solos, la pila donde estábamos tenía una superficie metálica pulida la cual funcionaba como espejo, ella vestía una camisa de tirantes sin bra y un pantaloncillo verde. Estaba viéndole las tetas por el reflejo, mi pene se puso duro, me dije Pame ya no aguanto más y me lo saqué, ella lo miró por el reflejo y me lo comenzó a sobar, me la chupo rápido pero yo la incliné sobre el mueble de la pila le bajé el pantaloncillo verde, le bajé los tirantes y le agarré las tetas, suaves pezones erectos y duros, la penetre una, dos, tres, veces y me dijo: Deme más duro. Dios!!! Sentí que se me ponía más dura. Fuimos al cuarto de ella y me montó, yo la agarré por las caderas la recostó contra mi pecho, nos besamos, tomé las tetas y chupe los pezones mientras se la metía tan duro y profundo en esa vajina rica, el sonido era como un golpeteo seco, pero ella se mojó rápidamente y el golpeteo se volvió un chapoteo ella decía: ay! Ay! Sí! Y dijo mi nombre. Me vine adentro. Eso siempre me ha gustado. Mis relatos son cortos, por que son reales.