Las universitarias sumisas (Cap. 3)
Fecha: 13/07/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
Después de haber recibido la llamada de agradecimiento de mis ex amigas que ahora se convertían en mis esclavas más recientes, hice escucharse dos palmadas sonoras que equivalían al chasquido, la diferencia es que el chasquido era para distancias cortas y las palmadas para una distancia mayor.
Las gordas se presentaron apenas se escuchó mi llamado, al llegar se postraron a mis pies y agachando la cabeza y preguntaron en que podían servir a su venerada Diosa, les ordené ponerse a limpiar toda la mansión como ya sabían, y que de camino a sus obligaciones le dijeran a mi sumisa principal que la requería de inmediato. Ellas me besaron los pies mostrándome el respeto debido para después retirarse sin darme la espalda y poder así cumplir con sus deberes domésticos. Apenas se retiraron fue informada mi sumisa principal o Ama de llaves.
Al ser notificada que su presencia era requerida, la sumisa se presentó a la brevedad y al llegar ante mí y besarme los pies, adoptó la postura de adoración en espera de que ordenaría su Alteza. Le ordené se encargara de todo lo necesario ya que esa noche habría otra reunión y debía tener todo preparado. También le ordené que llamara por teléfono a mis minas de oro (o sea mis ex amistades) y les dijera que mi casa necesitaba limpieza. La sumisa Ama de llaves solo dijo “Sí Alteza, como usted disponga”.
En cuanto a la otra mitad de mi grupo de amistad personalmente les llamé a sus celulares para informarles que había reunión esa noche y ...
... que no debía faltar una sola, todas sabían de mi manera de ser así que todas aceptaron, esto parecía un matriarcado y yo era monarca de todo mi grupo de amistades. Era más que obvio quien llevaba ahí la voz principal.
Estaba terminando la última de las llamadas cuando escuché sonar el timbre, eran mis nuevas perritas que llegaban a dejar como espejo la mansión. El Ama de llaves les puso al tanto de donde se almacenaban los utensilios de limpieza. Ellas se encaminaron en busca de toda la jarcería y comenzar a cumplir sus órdenes, en tanto que ellas aseaban la mansión, el Ama de llaves dispuso a las gordas que se hicieran cargo del menú que se daría esa noche.
Mientras mi sequito de esclavas se encargaba de sus tareas yo me dirigí al área de descanso de la mansión, en la cual solo yo podía disfrutar claro está, así que ordené fuera llenado de agua caliente el jacuzzi para yo tomar mi tiempo disfrutándolo. Llevé a una de mis esclavas gordas para que me abanicara con ese delicado abanico de pluma que mis esclavas usan para refrescarme en los días de mayor calor, y aunque esa mañana estaba fresca, el jacuzzi no, así que me la lleve para mantenerme fresca en cuanto al calor exterior que despedía los vapores.
Después de una hora de un delicioso momento en el jacuzzi me dirigí a mi sala de televisión, que más que eso parece una sala de cine. Ordene a mi perra me pasara el control remoto de mi sistema de cable así como el del amplificador que me daba un ambiente de sonido ...