Elizabeth (Lisa) - Relatos Eróticos

Elizabeth (Lisa)

... doctora hace magia....
Reímos los tres, la doctora nos despidió y salimos a la calle.
En la vereda ya, me dice
¿Es cierto que sos soltero y vivís solo? No te creo, disculpa
- Lo lamento por vos, dije, pero si es cierto aunque nunca te conté que vivo solo... En realidad tengo un perro en casa...
Y me animé a preguntar haciendo que parezca sin mayor interés -¿Querés venir a conocer el perro y tomar algo?
La verdad que estás para ir, dijo mirándome de nuevo, y si tu perro no muerde, tengo un rato libre. ¿Es lejos?
No. Son diez minutos de acá en el auto. Y le dije la dirección.
- Bueno, vamos
Subimos a mi auto, y fuimos hablando de que ella era de un barrio que quedaba para el otro lado, que le gustaba la música más tranqui pero no clásica, que ella tomaba poco alcohol y solo gin o vodka con algo dulce.
Así llegamos, abrí el portón y entramos el auto al garage. Ahí bajamos los dos.
Al abrir la puerta de la casa, y darle paso ella pegó su cuerpo al mío diciendo -Que poco lugar hay acá... Siempre sonriendo y con un hermoso brillo en sus ojos.
Cuando entramos y cerré la puerta dije
- Tengo la boca seca ¿Tomamos algo? ¿Que querés ahora vos?
Haciendo que pensaba con un dedo en su mejilla se acercó y me dió un beso ligero en los labios
La tomé de la cintura y dándole un beso profundo, la apreté contra mi.
Ella noto mi exitación y frotó suave la palma de la mano contra mi verga por sobre el pantalón. Yo le acaricie las nalgas con una mano y la otra verificaba lo evidente ...

... de sus pezones duros y crecidos
Estuvimos franeleando un ratito y me dejó que le sacará su ropa, quedando solo con una tanga transparente que se le perdía entre la división de las nalgas. Ella me había sacado mi camisa y me saque el pantalón, quedando con un boxer por el cual se asomaba la cabeza de mí verga
- Ahora sí, dame algo para tomar con muy poco gin, si tenés jugo de naranja es esa mezcla 80/20
Preparé para ella, y otro para mí 
Nos sentamos en un sofá grande que hay en el comedor y ella vino a sentarse en mis faldas, dándome la espalda.
Mi verga salió más de la mitad del boxer y ella la ubicó entre sus piernas.
Se movía suave en vaivén y me estaba enloqueciendo. La dejé jugar con la pija, mientras acariciaba sus tetas y frotaba los pezones más duros que conocí hasta hoy.
Ella seguía amacandose suave y apoyando su espalda en mi pecho, me dejaba jugar con su cuello y sus pechos
Le dije: No doy más nena... 
Decime Lisa, aclaró
Corregí y le ofrecí sentarse al revés, mirándome.
Ella pregunto ¿Tenés cama grande? Prefiero
Fuimos a la pieza franeleando a más no poder, la subí a la cama y ella se volcó boca abajo ya sin la tanguita
Despacio, de rodillas y entre sus piernas le calce la pija en la puerta de su conchita.
-mojame pero no la metas, la quiero.en el culo pero todavía no
Casi acabo en ese momento, pero trate de pensar otra cosa y seguí frotando pero ya iba de la.concha al culo y volvía lentamente, dejando la cabeza en la puerta de la concha o del culo ...