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Seguí a Don Raúl
Fecha: 09/03/2022, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Nino McPhee, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
A punto de cumplir los 18 años, ya había pasado mucho tiempo desde aquella vez en que Don Raúl y yo habíamos tenido sexo. Faltaba poco para dejar la escuela mi a amistad con Marcelo se había distanciado, quizás por la tensión de saber lo que su padre y yo habíamos hecho, pese a que no había indicios de que el lo supiera. Un fin de semana de invierno, compartiendo en un bar del pueblo con mi hermano mayor y sus amigos, de pronto vi entrar nada menos que a Don Raúl. Se acercó a la barra, habló con el bartender y se sentó a beber. Yo observaba de lejos disimuladamente. Vinieron a mí imágenes de aquel forcejeo con que comenzó todo y sus palabras sexuales. Al rato de beber lo vi hablar con el bartender, dejar su copa a la mitad y dirigiese al baño. Me puse tenso. Quise ir al baño para encontrarme con él con clara intención de generar algún momento de contacto, sólo por el gusto de revivir el nerviosismo y erotismo del reencuentro con el macho que me había follado dos años antes. Debía ir rápido, antes que regresara. Me levanté con naturalidad de la mesa y me dirigí a las escaleras que bajaban a la sala de baño del bar. Recorrí el pasillo subterráneo lento, aguardando afuera de la puerta un segundo, pero ya estaba allí y sería más extraño que alguien me encontrara espiando, por lo que entré con normalidad y me fui a los lavabos para mojar mi cara con agua mientras disimuladamente podría mirar en qué parte estaba Don Raúl. Estuve allí un momento antes de notar que los ...
... retretes y lavabos estaban vacíos. Dónde había ido ese hombre? El hombre. Ese hombre maduro que de nuevo me tenía con ganas de tener su cuerpo rozándose con el mío. No estaba. Caminé entre los cubículos mirando disimulado por abajo, pero nada. Llegué al final de la sala de baño y tras revisar los 14 cubículos, 7 por lado, escuché a alguien entrar y me escondí en el último, justo uno que no tenía puerta. Me quedé en silencio y escuché que dos hombres hablaban en voz baja. Yo pensaba en lo estúpido de no haber entrado en otro cubículo cerrado, pero ya ahí no hice más. Luego comencé a sentir fuerte olor a humo como de cigarro. La conversación estaba en el pasillo de los cubículos, a metros de mi. Escuché a Don Raúl y a otro hombre hablar mientras compartían el cigarro. Vaya en el aprieto que estaba metido, pero apenas se fueran, yo podría salir. En eso la puerta suena otra vez y entra alguien más. Escucho que se acerca al pasillo y en voz alta llama mi nombre: - Nino? Nino, estás por ahí? Omg! Mi hermano había llegado a ver por qué demoraba tanto! Debía responder antes que se acercara más: - Si, Daniel. Ya salgo, vuelve a la mesa. - Ok, no demores. Le escuché salir del baño y quedó un notorio silencio. Habrían salido todos? Asomé lentamente y vi que la sala de baño estaba vacía. Sólo quedaba allí el olor a cigarro y alcohol. Quizás un poco de orina de hombres. Volví a mojar mi pelo y salir de allí. Al subir las escaleras y volver a la mesa, vi a Don Raúl junto a mi hermano ...