Mi hermana Julia - 2
Fecha: 14/07/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: ya1gor9di4si, Fuente: SexoSinTabues
... sabía cómo conseguirlo y eso me mantenía en un estado casi febril: me obsesionaba. Todo eso pasaba continuamente y sin descanso por mi mente calenturienta, que lo distorsionaba todo. Tanto que las miradas que echaba a Julia cuando la veía con algo que, a mí, me parecía insinuante o provocativo, aunque no lo fuera, no le pasaron desapercibidas. - ¿Qué miras, Luis? ¿Tengo monos en la cara? Menos mal que Julia no reparó dónde tenía fija mi mirada: sus tetas, naturalmente. Para mí, Julia se acabó convirtiendo en lo más parecido a un objeto sexual. Mejor dicho: no un objeto; más concretamente: un objetivo sexual. Pero no veía la forma de poder lograrlo, es más; estaba seguro que no encontraría la forma de hacérselo entender. Si le deslizara a Julia cualquier referencia sobre ese asunto corría el riesgo de que se fuera con el cuento a los papás. Eso sería una verdadera debacle para mí. Sin embargo, fue la propia Julia la que facilitó, de alguna manera, mis planes. Sucedió así. Una de las tantas veces en las que me quedé embobado contemplando a Julia con un mini short y una blusita anudada por encima del ombligo, ella me abordó. Pasando una mano frente a mis ojos me espetó. - Despierta, Luisito. Pareces una estatua de sal. ¿Qué haces contemplándome así? ¿En qué piensas? - No… nada… Julia. Es que lo que te has puesto hoy te queda muy bien. Estás buen… -iba a decir que estaba buenísima- pero me contuve a tiempo. Eso que estás muy guapa. Eso. muy guapa. - ¿Y te das cuenta ahora, ...
... hermanito? Vamos a ver Luis. Hace días que te observo y se te cae la baba cuando me miras. Yo diría que, además de la baba… piensas… cosas. Y eso no me gusta nada, Luis. Pero que nada. Sé que estás en una edad difícil y lo entiendo. Yo también pasé por ella, pero eso no se arregla mirando a tu hermana de esa manera. Anda, vamos al salón y me cuentas qué es lo que te pasa. Habíamos acabado ya las tareas de la casa y nos sentamos a charlar un rato. Todo fue más fácil de lo que yo pensaba. - A ver, Luisito. ¿Andas enamorado? ¿Qué chica te ha sorbido el seso? Porque las cosas van por ahí. ¿No? - No es eso, Julia. Sí que hay chicas que me gustan, pero no es eso. Es que no sé cómo tengo que acercarme a ellas sin hacer el ridículo. Soy muy tímido. ¿A ti no te pasó eso nunca? - Bueno, quizá sí, pero ya hace tiempo de eso. - Claro Julia. Tú eres mayor y por lo que he visto en el parque debes tener experiencia. ¿Por qué no me cuentas algo de lo que te pasaba a mi edad? A lo mejor eso me viene bien a mí. - Mira, Luis. Las chicas maduramos bastante antes que los chicos. Tú tienes 14 años y a tu edad yo ya había tenido mis aventurillas con los chicos. A los 13 años tuve mi primer novio. Tú eras un crío y no te enteraste de nada, pero mamá me lo detectó enseguida y me regañó; dijo que aún era muy joven para ese tipo de complicaciones. Ya tendrás tiempo, -me dijo- No te apresures, Julia. No te apresures. - Joder, Julia. A los 13; voy retrasado cantidad. - No hombre, no. Eso es normal. No te ...