El Intruso Capítulo 9 - Relatos Eróticos

El Intruso Capítulo 9

... brincaba como sintiendo coquillas, metí dedos en su raja y gimió, después en su culo, cuando lo hice me miró con una sonrisa cómplice. Íbamos en el carro, Lola llevaba el cabello suelto, traía un coqueto moño en el cabello que la hacía ver más niña, se había arreglado mucho y maquillado suavemente, traía perfume que se podía oler a 4 metros de distancia, su ropa era un vestido a medio muslo que hacía lucir su cuerpo en desarrollo, en pocas palabras lucia como la fantasía de cualquier hombre, se llamaba Lola, pero en ese momento bien merecido debía ser llamada “Lolita”. Bajamos del auto y nuevamente Carmen estaba en la puerta, parecía competencia pura y directa, ella también estaba perfectamente vestida, traía un short que le llegaba a el tercio superior del muslo, pero no era ajustado, por lo que al moverse se levantaba, recuerdo cuanto me excitaba verla así, ella lo sabía, traía una blusa ligera y semitransparente, con un sostén de un color más oscuro, por lo que se notaba mucho, se había peinado con el cabello por un lado, tal y como me gustaba; Lola la vio y me volteo a ver muy seria, como diciendo “cuidado y la mires demás”; bajamos del auto y la salude ‐ Hola Carmen ¿cómo fue tu fin de semana con ellos? ‐ Divino, gracias por traerlos y como fue el tuyo ‐ También bien Note que Carmen se puso roja de la cara, sus fosas nasales se movieron, miré a Lola que había hecho un movimiento con su cabeza de tal forma que su cabello se desplazó hacia un lado y el chupetón que le ...

... había hecho en la base del cuello quedó al descubierto, lo presumía frente a Carmen como demostrándole que había cogido conmigo y que la cogida había sido muy apasionada ‐ Si ya veo que estuvo bien—dijo Carmen sin poder ocultar su enojo ni dejar de mirar a Lola ‐ Bueno y ¿los niños?—dije para romper un poco la tensión del ambiente que me incomodaba mucho ‐ Si, deja les hablo, ¡niños ya llego su papá! Salieron mis hijos casi corriendo y se abalanzaron sobre mí, me besaron y brincaron, Carmen los miraba, lo mismo que Lola, pero a ratos se miraban entre ellas, era evidente la rivalidad que surgía entre las dos. ‐ Bueno nos vamos Dije despidiéndome de Carmen, los niños la besaron y abrazaron, sentí extraño, pues los separaba de ella sabiendo cuanto los amaba y que los extrañaría, miré una lágrima que asomó en sus ojos, Lola me miraba cuando yo contemplaba la escena, sentí su mirada y voltee a verla, note seriedad y comprensión en su mirada. Salimos del lugar y antes de hacerlo mire a Carmen recargada en el umbral de la puerta, su mirada era triste, se veía lo mal que la estaba pasando; Lola tomó mi mano, la miré y me sonrió de forma triste, era como si tratara de consolarme con solo una sonrisa, la verdad lo lograba. Llegamos a la casa, habíamos comprado pizza para cenar, los niños encantados la comieron, Toñito empezó a cerrar los ojos, Lola lo tomó y lo llevo a la cama para acostarlo, nos quedamos solos Perlita y yo, nos fuimos a la sala prendí la tele, me senté y Perlita se sentó ...