Entregando a mi mujer, Haciendo realidad la fantasía de mi amigo - Relatos Eróticos

Entregando a mi mujer, Haciendo realidad la fantasía de mi amigo

Corría un día de marzo donde la temperatura comienza a subir en la costa y como ya es costumbre, mi esposa comenzó a usar ropa más ligera.

A sus 30 años y con un cuerpo moldeado por el bisturí, lucia un par de nalgas bien formadas, piernas duras, vientre completamente plano y un par de melones de muy buen tamaño y en su lugar.

Su color de piel claro y sus ojos cafés hacían resaltar su mirada, y su cuerpo no pasaba desapercibido para los hombres que se cruzaban con ella, en especial de mis amigos, quienes en más de una ocasión, pude ver relamiendose los labios, y seguramente con la verga ya bien dura, al echarle un ojo a mi esposa.

Luna era una mujer que, gracias a las facilidades que yo puedo darle, después de tres embarazos pudo recuperar el cuerpo que lucía a sus 18 años, edad  en donde perdió su virginidad.

Desde muy temprana edad, despertó su instinto sexual al ser espiada por su primo, historia que relataré en otra ocasión, pero que dio pie a la mujer caliente que es hoy en día.

En varias ocasiones, motivada por mi intenso morbo, se vio animada a probar el sexo sin compromiso con otros hombres, conocidos y desconocidos, de quienes probó una gran cantidad de leche tanto en su boca como en sus enormes pechos e incluso en su apretado ano.

Por mi parte, cada día era más necesario el exhibir a través de redes sociales o grupos de whatsapp o incluso de manera directa a algunos amigos muy cercanos, diversas fotos o videos de mi esposa en las situaciones más ...

... morbosas o vulgares que se puedan imaginar.

Miles de fotos y videos siendo penetrada, disfrutando de una felacion o incluso masturbandose en medio de la playa, fueron vistas por varios amigos, que sin duda terminaban con una enorme cantidad de leche derramada por la puta de Luna.

Ella en el fondo lo sabía, todas esas fotos que su esposo le tomaba, eran para algo, terminaban en algún lado... y no era otro que los chats con los amigos, quienes disfrutaban de verla en poca ropa.

En una ocasión le pedí ayuda a un amigo con la instalación de unos equipos en casa, en ese momento le había mostrado solo un par de imágenes de mi esposa cuando llego comenzó haciendo lo suyo de repente note la mirada que siempre le hacen a mi esposa, ella traía un short corto, blusa pegada y un top que le permitía resaltar muy bien sus pechos,  de repente me entró el morbo de hacerle preguntas muy directas.

- Eduardo, ¿te puedo preguntar algo y me respondes con la neta?
- Si, claro ¿qué pasó?
- ¿Que tal se ve mi mujer?
- La verdad muy bella.
- ¿Que es lo que te agrada de ella?
- ¿Perdón? No tengo el gusto de tratar mucho con ella.
- Si, físicamente ¿que es lo que más te llama la atención? — El volteó a verla de arriba abajo mientras mi esposa estaba De pie junto al comedor—
- Pues tiene unas piernas muy hermosas, unos pechos muy lindos y una cara casi angelical.
- Si pudieras hacerle lo que quieras, ¿Que le harías? Se vale todo….
 - Bueno, más bien ¿que no haría?
— Se quedó pensando ...