Mi hijo Luciano - Relatos Eróticos

Mi hijo Luciano

Me llamo Laura 42 años, separada, mamá de Lucho adolecente de 16, como todos a esa edad juegan a la play miran porno y se masturban, esa noche tome una ducha y me acosté, cansada me dormi desnuda con la luz prendida, Lucho casi siempre se queda en la pc hasta tarde y a veces suele acostarse al lado mio, me despertó un pequeño movimiento de la cama, no giré mi cabeza, me quede quieta y escuchaba gemir a Luciano, me di cuenta que se estaba masturbando, mis pechos son grandes y es lo que mas les gusta de mi a los hombres, seguro que al verme así boca arriba se exitó al ver mis pechos y todo lo demás. Lucho es un chico virgen, no podía retarlo por eso, preferí que se masturbe y acabe y así fué, senti un par de quejidos y luego su semen caliente cayendo sobre mis pechos y algunas gotas en mis piernas, luego de relajarse se durmió, pero después era yo la que no podía dormir, giré la cabeza y vi a Lucho dormido con el boxer bajo y su verga flacida, acaricie mis pechos untandolos con el semen de Lucho y comencé a masturbarme, la idea de desvirgar a mi hijo me exitó, bajé lentamente y conencé a besar, lamer su verga y sus pequeños huevos, su bello tiene poco bello, su ...

... verga flacida es pequeña pero luego de chuparsela se puso bien gruesa, de todas maneras soy estrecha, tuve a Lucho por cesarea y ser estrecha hace gozar mucho a los hombres. Se despertó pero no dijo nada, solo gozaba pero no continué porque quería que me coja, me volvi a acostar boca arriba y le dije veni, Lucho se colocó sobre mi y abrí mis piernas, sentí su verga humeda rozando mi vagina totalmente mojada mientras chupaba mis pechos, la falta de experiencia de Luciano hacia que no encontrara mi vagina, lo tomé de la cola para orientarlo y cuando estuvo justo allí empuje suave desde abajo, Lucho lo hizo desde arriba y sentí como entró toda su verga haciendome gemir de placer, pero duró muy poco y acabó abundante leche dentro mio, luego se durmio y me masturbé quitandome las ganas, a la mañana, me levanté a ducharme, Lucho vino a la ducha conmigo y me penetró tomandome de atrás, me incliné un poco agarrandome del grifo de la ducha y con la otra mano me masturbé, esta vez Lucho aguantó más y pude acabar, me corria semen entre las piernas, terminamos de ducharnos y Lucho se fué a la escuela, no me arrepiento, convertí a mi hijo en un hombre, creo que lo necesitaba