1. Le Petit Délice


    Fecha: 16/07/2018, Categorías: Primera Vez Masturbación Autor: armandojaleo, Fuente: xHamster

    ... sin saber muy bien que hacer, pero con una dulzura increíble. Allí viéndola junto a mi polla, me parecía una obscenidad, aquella cosa tan enorme y venosa que era más grande y fea que su pequeña y bonita cara.Para mi satisfacción empezó a chuparme la polla, en un movimiento similar al que había realizado con su coño, sin mantener el ritmo, ni el mismo tipo de movimiento. Lo mismo chupaba solo la punta que intentaba metersela entera, que me daba pequeños mordiscos en la base. Cuando la chupaba me miraba sonriendo con esos ojos vivos tras las gafas.Mi propio orgasmo me pillo por sorpresa, de excitado que estaba. A ella también, pero en uno de los momentos en los que me mordía la base de la polla. No sentí el orgasmo, de pronto vi como un chorro enorme de semen salia disparado hacia arriba, con enorme fuerza, cruzando su cara, manchandole los labios, las gafas y su bonito pelo. Con el siguiente chorro llego el orgasmo y fui incapaz de mantener los ojos abiertos, pero si consciente de lo que pasaba. Sin esperar un instante, se metió la polla en la boca, dejando que el resto acabara dentro. Cuando volví abrir los ojos, vi que tenía ca cara parcialmente manchada de semen, y que continuaba chupando, sin saber muy bien que hacer con todo aquello. Abrió la boca dejando caer ...
    ... el semen. Con completa naturalidad, trago lo que no salía. No escupió ni se limpió. Simplemente se limitó a descaerse de aquello como mejor supo. No noté en su cara ni la más mínima expresión de asco, ni de placer. Si vi en su cara cierta expresión de satisfacción y victoria.La mano que me masturbaba no se novio de allí, parecía no saber que hacer con todo aquel semen que manchaba su mano, aunque notaba que jugaba con el y con una polla que no quería terminar aun.Se tumbó a mi lado sin retirar la mano y me miró sonriente. Parecía no m*****arle no ver por un cristal de sus gafas, pues estaba lleno de semen. Aproveché ese momento para acariciarla y atraerla hacia mí. Ahora si me dejó acariciarle su precioso culo. Seguí con la vista el recorrido de aquella corrida que le surcaba la cara y que ella no parecía tener intención de limpiar. Iba desde la barbilla hasta la frente y manchaba el flequillo, una gran gota había caído sobre su cabeza y permanecía allí resbalando poco a poco.Desde su barbilla una gota había recorrido su cuello y manchado esa excitante cinta del cuello, haciendo que me dieran ganas de correrme sobre su cara unas cuantas veces más.- Ahora ya puedes hacerme lo que quieras.- me dijo con aquella voz sensual, que hizo que mi polla se pusiera dura de nuevo. 
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