Mi esposo es adicto a cornudo (relato real) - Relatos Eróticos

Mi esposo es adicto a cornudo (relato real)

... encima, pero el volvía a insistir, asi estuvimos unos minutos, al final recordé lo que Miguel quería y finalmente cedí.   Los besos fueron ardientes al poco rato.  Las manos de Julio estaban en mis senos, con habilidad quitó mi blusa y retiró mi bra, sus labios se posaron en mis senos y mamó mis pezones con mucha calentura, mies pezones se pusieron bien erectos y el los lamía con mucho ímpetu.   

Luego, el se empezó a quitar la ropa, tenía buen torso musculoso, se notaba las horas del gym.  Me dijo que me quitara el pantalón y lo hice, quedé solo en bragas.  El quedó desnudo rápido, su pene estaba bien parado, era grande.  Yo me senté de nuevo en el sofa y el de pie puso su verga frente a mi rostro y me dijo que lo mamara.  Lo hice lentamente, lo tomé con una mano y lo froté, lo jalé varias veces, estaba casi palpitando su enorme falo.  Lo lamí por lo largo y el cerraba los ojos, lo estaba disfrutando en realidad.  Luego lo meti en mi boca y lo chupé repetidamente, el gemía y me decía que lo estaba haciendo muy bien.  Su verga era también gruesa y me llenaba toda la boca.   Luego me puso en cuatro sobre el sofá y me quitó las bragas, me dijo -tiene un culo perfecto-, diciéndo eso me empezó a besar y lamer las nalgas, despúes me con sus manos me abrió las nalgas y me chupó mi culo, con mucha fuerza, parecía que de verdad me lo quería comer.  No soy muy seguidora de me laman en ano, pero Julio si sabía como hacerlo, eso me fue excitando mucho, pues los dedos de su otra ...

... mano me acariciaba el clitoris.  Su boca se fue deslizando con rumbo a mi raja, en donde sentí su lengua pasar entre mis labios vaginales e intentar entrar en mi vagina.  Yo estaba ya demasiado excitada, Julio hacía un trabajo increíble con su boca y su lengua en mi rajita.  No me pude contener más tiempo y comencé a correrme mientras el pasaba su lengua por mi clitoris y mi ano nuevamente.
 
Luego Julio se puso de pie, me puso su verga dura en la entrada de mi vagina y comenzó a metérmela, sentí como su dura carne me penetraba hasta que desaparecía toda en mi interior, grité y comencé a gemir cuando el inició a pistonearla, entraba con fuerza y la sacaba lentamente.  Algo subió de mi cuquita a mi cabeza, una oleada que no puedo describir, solo sé que comencé a gemir y gemir, Julio lo hacía muy bien, la excitación me ganó y dejé de oponerme mentalmente, sentí mucho placer, y se lo hice saber diciéndole que no se detuviera hasta hacerme terminar, el incrementó sus pistoneos y comencé a convulsionar sintiendo el climax que me embargaba.  Gemí y grité de placer.  

Julio me la sacó, y me puso acostada en el sofá que era grande, me abrió las piernas y me volvió a penetrar, ahora su verga entró con más facilidad, pues yo estaba muy lubricada de la vagina.  Pude sentir su enorme falo de nuevo meterse en mi raja, luego sus pistoneos me volvieron a poner loca de placer.  Además el buscó mis senos para mamarlos mientras me follaba.  Sus labios apretaron mis pezones aumentando mi ...