Una diosa trans de la masturbación - Relatos Eróticos

Una diosa trans de la masturbación

Esta historia comienza un día de octubre. Salía de mi trabajo, era de noche y decidí ir a cenar a un restaurant. Ingresé, escogí la mesa y me senté. Mientras leía el menú, siento una voz fina, que me pregunta: Qué desea comer?. Yo levanto la vista y veo una mujer con un rostro precioso, angelical, piel muy blanca, ojos claro y cabello color rojo. Llevaba una camisa blanca muy apretada a traves de la cual sobresalian los dos pezones de unas pequeñas tetitas. Yo me quedé unos segundos sin contestar, como hipnotizado. Ella sonrió y me repitió la pregunta. Yo reaccioné y le pedí la comida.Durante la cena estuve pensado en ella.Terminé de comer.Pagué, dejé una propina y un pequño papel con mi telefóno diciéndole que si le interesaba podía llamarme para salir.Pasaron dos semanas, mi telefono sonó y me dijo: mi nombre es Angela, y quiero salir contigo. Yo estaba feliz, pero mantuve la seriedad. Le dije que el fin de semana la pasaba a buscar por el restaurant para ir bailar.Llegó el fin de semana, fuimos a bailar, hablamos mucho y al final le dije que la llevaba a su casa. Ella aceptó. Subimos a mi auto. Mientras hablábamos, ella se quitó el abrigo y vi un parche que tenía en su brazo. Ella, se puso seria y me dijo: son hormonas!. Soy transexual!. Y me miraba esperando mi reacción. Yo sonreí, le dije que era preciosa y que además tenía otras experiencias con mujeres trans. Angela recuperó la sonrisa. Llegamos a su casa.Le di un beso en sus labios. Ella se bajó. Avanzó unos pasos, ...

... miro hacia atrás y me preguntó si quería pasar. Yo le dije que sí!Entré a su casa. Me sentó en un sillón y se fue por instantes. Luego volvió, trajo dos copas y una botella de champagne. Hablamos, bebimo y en un momento Angela acercó sus labios a los mios. Nos besamos. A partir de aqui comenzó un torbellino de placer. Ella paso las manos sobre mi pantalón, mientras nos besábamos. En ese instante me abrió el pantalón y me agarró el pene tan fuerte que me hizo saltar en el sillón. Comenzó a frotarlo, a jugar con él y mi pene se puso duro.Me sacó los pantalones, se arodilló y puso mi pene duro y grueso en su boca, entero, casi vomita. Me empezó a chupar el pene como nunca, desde la punta a la base, chorreando saliva. Mientras chupaba, la veía a los ojos y al mismo tiempo a mi pene, manchado de rojo por la pintura de sus labios y bien venoso, las venas de mi pene estaban gruesas como nunca!! Angela chupaba y lamia mis bolas, una y otra vez, lo hacia muy fuerte, con mucho ruido,pero no me dejaba acabar. Me encantaba cuando con su lengua lamía la punta de mi pene. Luego se para, mi pene comiennza a calmarse, me toma de la mano y me lleva al baño. Ella entra, se quita la ropa, tenía una lencería negra magnifica. Se quita el sostén y la panty, todo muy despacio y pude ver un cuerpo maravilloso. Era muy delgada, con unas tetas pequeñas de pezones gruesos y duros, sus piernas eran largas, finas, sexys, delicadas y terminaban en un culo pequeño, durito, blanco, muy, muy rico, con un tatoo ...